El Surgimiento de la Aparición Condicionada desde la Mente Real

Parte 11 por el venerable Abat Guo Xin.

Ésta es la primera parte de una serie de artículos tomados de las charlas sobre el Dharma ofrecida por el venerable Abat Guo Xin en el retiro de agosto de 2012 sobre el Shurangama Sutra. La charla se centra en los primeros cuatro capítulos del Shurangama Sutra e incluye la discusión sobre la teoría y práctica Chan, historias de los Maestros Chan y como aplicar los métodos Chan en la vida cotidiana.

Hoy me gustaría discutir las teorías Chan que nos pueden ayudan a profundizar en la práctica Chan. La práctica requiere comprensión y experiencia. La teoría Chan sirve como un mapa de carreteras para la práctica. Si el mapa no está claro, nos perderemos en la práctica.

El Shurangama Sutra es uno de los Sutras más importantes de la escuela Chan y es el texto más importante para guiarnos en la práctica Chan. En el Shurangama Sutra, Buda explica la mente, haciendo una distinción entre la mente real y la mente ilusoria. En el Sutra, Buda primero señala que Ananda ha tomado la mente ilusoria por la mente real. Entonces demuestra que los seres sintientes tienen la misma mente verdadera que el Buda. No obstante, los seres sintientes usan la mente verdadera de forma incorrecta y así no pueden manifestar sus maravillosas funciones como hacen los Tatagathas. Como resultado los seres sintientes continúan viviendo en el ciclo de nacimiento y muerte en los seis reinos. Por otra parte, si podemos comprender dónde está nuestro error y aprender a no hacer mal uso de nuestra mente real, la mente en el samsara puede ser transformada en la mente de sabiduría.

La mente real tiene la función de ver, oír, sentir, oler, gustar, conocer y moverse. La diferencia fundamental entre la mente real y la mente ilusoria, o sabiduría y conciencia es que la mente real es sin forma y no dualista (v.g. no hay un sujeto que pueda „conocer“, ni un objeto de „conocimiento“). Con la aparición de la visión dualista – donde hay un sujeto „yo“ que ve al objeto „tú“, „yo“ que oye sonidos, o „yo“ que se siente triste o „yo“ que piensa – esta es la mente ilusoria, conciencia o una mente con formas. No es la mente real. 

Cuando la mente ilusoria con puntos de vista dualistas es transformada en la verdadera mente no dual, a esto llamamos „transformar la conciencia en sabiduría“ o „iluminar la mente y ver la naturaleza“.

Para alcanzar este objetivo, primero tenemos que reconocer cómo operamos con la mente ilusoria, después necesitamos aprender y aplicar métodos para realizar la mente real.

Buda preguntó a Ananda: „¿Dónde está localizada tu mente?“. Ananda dijo: „La mente está dentro de mi cuerpo“. Buda entonces contestó: „Si la mente está dentro del cuerpo, esto sería como si hubiera una persona dentro de casa que está viendo las cosas que están en el interior, y después ve las cosas que están fuera de la casa. Si tu mente estuviera realmente dentro del cuerpo ¿cuándo ves exactamente los órganos internos en tu cuerpo?“.

“En el interior del cuerpo” está la primera de las siete localizaciones de la mente ilusoria. La mayoría de nosotros cree que la mente está dentro del cuerpo. ¿Cómo lo probamos? Ahora mismo me estáis mirando. ¿No me estáis viendo a través de vuestros ojos?. Cuando escucháis mi charla, ¿no me estáis escuchando con vuestras orejas?. Básicamente nuestro cuerpo sirve como el foco a través del cual interactuamos con el entorno exterior, a través de los ojos, oídos, nariz, lengua y cuerpo. El Maestro Sheng Yen dijo: “El cuerpo y la mente de una persona iluminada están unidos como uno solo. Su mente no está confinada en el cuerpo, mientras que la mente de un ser sintiente está confinada en el cuerpo y por tanto en oposición al entorno”. Mientras sientas que tu mente habita dentro de tu cuerpo no estás iluminado.

En el sutra Buda explica lo que hace que sintamos que la mente está dentro del cuerpo: “La confusión mental se convierte en embotamiento vacío. Este vacío, en la confusión, se une con la oscuridad para convertirse en forma. Estimulada por el falso pensamiento, la forma toma la apariencia de un cuerpo.

Al reunirse las condiciones causales, existen perturbaciones internas perpetuas, las cuales tienden a fluir al exterior. Tales perturbaciones internas a menudo son confundidas con la naturaleza de la mente. La mala interpretación primaria sobre la mente y el cuerpo es la falsa visión de que la mente habita en el cuerpo físico.“2

Originalmente, en el interior de la mente real, no hay montes, ríos, tierras, el mundo, ni espacio. Es la “verdadera vacuidad y verdadera visión” y es sin visión dualista. Con la aparición de un solo pensamiento ignorante, el espacio perceptible aparece en la existencia, junto a la mente que percibe. Este espacio es llamado: “vacío de confusión”. La mente original, que puede funcionar sin un objeto perceptible, se convierte en una mente que percibe que necesita un objeto para funcionar. Hemos llamado a la mente que percibe “la mente confusa” o “ignorancia”. Los seres sintientes, que han perdido “su verdadero vacío y verdadera visión”, funcionan a la manera dualista del: “vacío confuso y de los puntos de vista ilusorios”. Interactuando continuamente con el vacío confuso, la mente ilusoria crea formas ilusorias y todo tipo de fenómenos creados a partir de los cuatro elementos primarios, v.g. tierra, agua, fuego y aire. A partir de ahí vienen a la existencia el espacio y el mundo. Entre estos fenómenos creados a partir de los cuatro elementos primarios la mente ilusoria se aferra a una pequeña porción de los cuatro elementos (v.g. el zigoto) y lo considera como “mi” cuerpo. En el sutra se dice: “Estimulado por el falso pensamiento, la forma toma la apariencia de un cuerpo”.

Después de la concepción del cuerpo, la mente interactúa interiormente con nuestros propios pensamientos continuamente. A través de estos pensamientos la mente interactúa externamente con los objetos sensoriales externos (visión, sonido, olfato, gusto y tacto), formando las conciencias. Estos pensamientos se llaman “condiciones”. El sutra describe estos procesos así: “Como las condiciones causales vienen juntas, existen perturbaciones internas perpetuas que tienden a fluir al exterior”.

“Fluir”, se refiere a cómo la mente utiliza el cuerpo como punto focal y externamente se aferra a las formas. A través de los cinco órganos sensoriales (v.g. el ojo, el oído, la nariz, la lengua y el cuerpo) la mente interactúa con los cinco objetos sensoriales. Internamente, interactúa con nuestros pensamientos. Entonces tomamos estos pensamientos constantemente cambiantes como nuestra propia mente, estos fenómenos constantemente cambiantes son llamados “perturbaciones internas”. Es como un rayo de luz iluminando la habitación, revelando partículas de polvo en el aire. Tomamos este polvo flotante como nuestra mente, olvidando que nuestra mente real es verdaderamente inmóvil como el espacio vacío. Una vez que confundimos los pensamientos móviles por nuestra mente, entonces sentimos que la mente habita en el cuerpo. Por eso, el Maestro Sheng Yen dijo: “Los seres sintientes se aferran a los pensamientos y a las formas con la mente”.

En este mismo instante estáis sentados aquí. ¿Estáis utilizando vuestra mente para escuchar el sonido de mi voz, mi forma física y a demás utilizando la mente para hacer conexiones con vuestras propias experiencias previas? Os podéis preguntar: “¿De qué está hablando este monje?”. Externamente, nuestra mente se relaciona con la vista, con el sonido, incluso con el olfato; internamente con nuestros sentimientos y nuestros pensamientos. En los doce eslabones de la aparición interdependiente, esta cadena de reacciones se llama “contacto, sentimientos, deseo, apego y porvenir”. En otras palabras, tomando el cuerpo como foco, la mente toma contacto con la visión externa, el sonido, el olfato, el gusto y los pensamientos internos, generan entonces sentimientos. 

Así confundimos los pensamientos siempre apegados y siempre cambiantes por la mente misma. Además, como esta mente funciona a través de los seis órganos de los sentidos (ojos, oídos, nariz, lengua y cuerpo), como consecuencia creamos la ilusión de que la mente habita en el cuerpo. Así es como funciona la “mente ilusoria”.

Una vez que confundimos los fenómenos móviles y los pensamientos con nuestra propia mente, olvidamos que el cuerpo físico, al igual que las montañas, los ríos, el espacio vacío y la inmensa tierra son todo fenómenos dentro de la mente real. Como se dice en el sutra: “Es como ignorar cientos de miles de puros y claros mares y observar una única burbuja, viéndola como el océano entero, como toda la expansión de los mares grandes y pequeños”3

Los cuerpos físicos, el entorno y el espacio vació, ¿no son todos objetos que vemos?. El sonido de nuestra propia voz y los sonidos externos, ¿no son todos estos sonidos que oímos?. ¿No están estos fenómenos dentro de nuestra propia mente?. No obstante, los seres sintientes, a menudo separamos lo que percibimos en dos partes, v.g. mi cuerpo físico versus el entorno exterior fuera del cuerpo. 

Si nos liberamos del concepto erróneo de la mente que habita en el cuerpo, nuestra mente podrá realmente funcionar como un espejo, reflejando todas las cosas por igual y como un todo. En ese momento, no consideraremos más que hay una porción que es yo y el resto como los otros. Si la mente es inmóvil, será como el Maestro Sheng Yen dijo, que lo interno y lo externo están unidos en uno. Realizaremos que todos los fenómenos están en nuestra mente. 

Cuando cada uno de nosotros vuelve a la mente inmóvil y realiza la conciencia completa, a esto lo llamamos “Todos los Budas son lo mismo en esencia”. La mente, el Buda y los seres sintientes son uno en esencia y no hay diferencia entre ellos. La mente de Buda es inmóvil y posee conciencia completa. De forma similar, la mente de los seres sintientes también es inmóvil y capaz de conciencia completa. Pero cuando funcionamos de manera dualista, separando nuestro cuerpo físico de los fenómenos externos, continuamos siendo “seres sintientes”. Aun así, incluso funcionando de una forma dualista, la mente real de los seres sintientes continúa siendo la misma que la de los Budas.

Uno de los objetivos en la práctica Chan es aprender a liberar la mente de los límites del cuerpo. El primer paso es unir el cuerpo y la mente. Una vez que experimentamos la unión del cuerpo y la mente, realizaremos que la mente realmente no habita en el cuerpo. 

2a parte

Los seres vivos percibimos que la mente habita en el cuerpo, lo cual conduce al pensamiento: “El cuerpo soy yo.” y de que el cuerpo tiene conciencia. 

Cuando miramos, ¿miramos con la mente o con los ojos? Cuando oímos, ¿oímos con las orejas o con la mente? Si apagamos la luz ahora, ¿podemos ver todavía?

Si. Estáis escuchando el sonido de mi charla en este momento. Si no hay sonido, ¿permanece la capacidad de oír? Ciertamente. Nuestro cuerpo tiene sensaciones en este momento. Si el cuerpo desaparece, ¿existe todavía la capacidad de la mente de ser consciente? Si, todavía existe. Existe una historia en la escuela Chan: Una persona entró en profundo samadhi y dejó de respirar. La gente creyó que había muerto, así que incineraron su cuerpo. Cuando la conciencia de la persona volvió, no encontró su cuerpo. Buscó por todas partes preguntando: “¿Dónde está mi cuerpo, dónde está mi cuerpo?” 4

Basándonos en esta historia podemos decir que sin el cuerpo, la mente que tiene la capacidad de ser consciente todavía existe. El cuerpo es simplemente un instrumento. Es realmente la mente la que tiene la capacidad de ver, oír y percibir.

Así pues, si sientes que tu cuerpo ha desaparecido durante la meditación, no hay necesidad de asustarse. Una vez había un hombre que se asustó cuando estaba a punto de entrar en el estadio de la desaparición del cuerpo. No importa como intentásemos explicárselo, intentando aliviar su miedo, no se atrevió a entrar en este estadio. ¿Por qué? Porque todavía tenía una bella esposa, hijos adorables y una gran empresa que administrar.

En realidad, cada vez que dormimos, dejamos de percibir el cuerpo y no nos asustamos cuando dormimos. Pero nos asustamos del fenómeno similar encontrado durante la meditación. Había otra persona que tenía un cáncer. Tenía miedo de dormir por la noche, porque temía no volver a despertarse. 

En resumen el cuerpo es el objeto de la conciencia de la mente. El cuerpo por sí mismo no tiene la función de la conciencia. Durante la meditación las piernas pueden dormirse y perder la sensación cuando pisan el suelo. En tal caso ¿tienen las piernas todavía la función de conciencia? Cuando las piernas se duermen no tienen la función de la conciencia. ¿Qué ocurre cuando las piernas no estás dormidas? ¿Tienen la función de la conciencia? ¿Ejercitamos la conciencia por medio del sistema nervioso o por medio de la mente? 

Estudiante: 
Una persona ciega solo ve oscuridad, ¿significa esto que no puede ver?

Ven. Guo-Xing: 
¿Sabe esta persona ciega que no puede ver? Ve la oscuridad. Por la noche nosotros también vemos la oscuridad. ¿Perdemos entonces la capacidad de ver? Cuando cerramos los ojos, ¿tenemos todavía la capacidad de ver? Si, la tenemos. 

Estudiante:
Aun así, necesitamos lo ojos, por ejemplo con los ojos, puedo ver lo que hay delante mio, pero no puedo ver lo que hay detrás de mí. ¿Es lo mismo con la mente verdadera, que puede ver delante pero no detrás? 

Ven. Guo-Xing:
En el sutra, Ananda preguntó: ”Cuando entramos en una habitación, nuestro campo de visión disminuye. Cuando abandonamos la habitación, nuestro campo de visión se expande.” ¿Significa esto que nuestra mente, que tiene la función de ver, también disminuye y expande? Buda dijo: “Es el contenedor el que tiene el atributo de grande, pequeño, cuadrado o redondo. Nuestra naturaleza de ver no cambia.” 

Cuando la mente está confinada dentro del cuerpo, no ve. Una vez que la mente sale del cuerpo, entonces ve. Cuando entramos en la sala Chan, no podemos ver los alrededores fuera de la sala. Una vez que salimos de la sala, entonces podemos verlos. ¿Significa esto que al entrar en la sala Chan nuestra capacidad disminuye? ¿Si la capacidad de ver se considera perdida debido a las paredes, entonces recuperamos repentinamente la capacidad allí donde hay ventanas? En realidad cuando vemos a través de los ojos, la mente ya ha sido confinada. Si la mente no ve a través de los ojos, entonces de hecho puede ver detrás.

La razón por la que no podemos ver la parte de fuera cuando entramos en una casa, es porque la mente opera bajo un modo dualísta, creyendo falsamente que necesitamos ver a través de los ojos. Consecuentemente la mente está restringida por los ojos. Estamos acostumbrados a ver con los ojos, oír con las orejas y estamos sujetos a sus restricciones, pero cuando operamos a través de la conciencia, nuestros pensamientos no están restringidos por el cuerpo físico.

Aquellos que tienen el poder sobrenatural del ojo divino5 no estás restringidos por el cuerpo físico o los órganos. Una vez había un maestro Chan que fue encerrado en prisión. Pero muchas personas le vieron simultáneamente andando por las calles. Cuando nuestro cuerpo está encerrado, ¿puede la mente está encerrada también?. Ahora estamos físicamente en una sala Chan, ¿pero dónde están nuestras mentes? (risas). Todos los fenómenos son la manifestación de la mente. Así pues, es imposible que la mente esté restringida por los fenómenos que ella ha creado. En el sutra se dice:

“Desde tiempos sin principio hasta ahora, los seres vivos han confundido a sí mismos con objetos, perdiendo la mente original, arrastrados por los objetos. 

Esta es la razón por la que contemplan grandeza y pequeñez en todo.

Si puedes abandonar los objetos, entonces eres como El Así Venido. 

Con el cuerpo y la mente perfectos y relucientes, eres un lugar inmóvil del Camino.

La punta de un fino cabello puede contener los países de las diez direcciones.6

De acuerdo con el Sutra Avatamsaka, cuando el Buda todavía estaba en el seno materno, ya habían millones de bodhisattvas que venían a escuchar su enseñanza del Dharma cada día. El cuerpo es solamente una parte de la mente. Si atrapáis la mente en el cuerpo, entonces la mente está restringida por el cuerpo. No obstante, si os dais cuenta de que el cuerpo es símplemente una función de la mente, entonces la punta de un simple fino cabello puede contener las tierras de las diez direcciones.

A menudo decimos, “Todo es creado por la mente”. La gente tiende a comprender esto como: “La forma en que vemos las personas, los sucesos y los objetos es creada por la mente.” ¿Pero habéis pensado alguna vez esto?, ¿que cualquier persona enfrente vuestro es también creada por vuestra mente?. En este momento me veis sentado aquí, pero si os durmieseis, entonces desaparecería, ¿verdad?. ¿Hay todavía una persona ahí?

3a parte

La mente que ve ni perece ni vuelve. 

El 6º patriarca  de la escuela china Chan le preguntó a Huairang (uno de sus sucesores): “¿Cómo has venido hasta aquí?, ¿De dónde vienes?” Huairang dijo que venía de Nan Yue. Y el 6ª patriarca le preguntó otra vez. “¿Que te ha traído hasta aquí?” Huairang fue preguntado de esta manera durante tres años, hasta que finalmente alcanzó la iluminación. Muchos conocidos maestros Chan preguntaron a sus discípulos de esta guisa, preguntándoles de dónde venían y cómo habían llegado. El Maestro Matzu Daoyi incluso una vez le dijo a alguien: “Eres muy poderoso, arrastrando tu cuerpo de unos 70 y tantos kilos, cada día. Lo arrastras de aquí allá. ¡Eres tan poderoso! ¿Estás de acuerdo que esta mente que tenemos es muy poderosa? Ha estado arrastrando este cuerpo de 70 kilos por todas partes durante decenios. ¿Pero qué es eso que arrastra el cuerpo? ¿Existe tal cosa? ¿Existe en absoluto?

El rey le pidió a Buda que demostrara que la mente ni aparece ni se destruye. Buda, como respuesta, le preguntó: “¿Es tu cuerpo de carne y sangre tan permanente e inmortal como el diamante, o  morirá?” Desde la juventud hasta la vejez, desde el nacimiento hasta la muerte, nuestros cuerpos han estado cambiando constantemente. Para cada individuo, su cuerpo de 50 años es diferente de cuando tenía 40 años. También hay diferencias con el de 30 años  y es lo mismo con el de 20 años, el cuerpo de 10 años, 5 años, 4 años, 3 años, etc. No es solo la diferencia de 10 años. Nuestros cuerpos son diferentes cada año, cada mes, cada día y cada segundo. No obstante, cuando vamos a visitar el río Hudson de Manhattan, no importa que lo visitemos a los 5 o a los 50 años, ¿el objeto que está dentro nuestro y es capaz de verlo, ha cambiado? No, no ha cambiado. Nuestros cuerpos van cambiando, pero la mente pura que tiene la naturaleza de ver no cambia. Nosotros, las personas corrientes, no podemos morir, puesto que la mente ilusoria de la gente corriente no morirá. Nuestra mente es muy persistente. La gente dice que la muerte acaba con todos nuestros problemas y vejaciones, pero en realidad no es tan fácil. Incluso si alguien me dice que se va a matar, no me preocuparé. Diré: “Realmente no puedes matarte. Porque incluso cuando tu cuerpo físico está muerto, un nuevo pensamiento errático surgirá inmediatamente de tu mente ilusoria, así que irás a buscar otro cuerpo al instante.”

¿Saben quién puede morir realmente? Existe una historia en los sutras. Un practicante Budista, Vangisa, tenía un poder muy grande. Cuando sostenía una calavera, mientras la golpeaba podía saber a dónde fue después de morir, si fue al cielo o se reencarnó como ser humano. Una vez Buda le llevó a Jivaka una calavera, pero no importaba cuan fuerte la golpeaba, no pudo saber dónde fue el alma de esta persona. Jivaka estaba muy sorprendido. Buda le dijo: “Este es un arhat. El no volverá a reencarnarse.” La mente ilusoria de este arhat ha muerto, ¿pero qué ocurre con su mente verdadera? Generalmente llamamos a este fenómeno “un arhat entrando en el Nirvana”. Esta mente verdadera es en realidad la mente del Nirvana, La mente que no nace ni muere. También es la naturaleza que ve, de la que estamos hablando aquí. La mente verdadera es la mente pura que tiene conciencia.

La mente pura fundamental no viene ni va. Los cuerpos humanos nacen y mueren y nuestros pensamientos también se reencarnan. Estas vueltas son simplemente el ciclo de nacimiento y muerte. La mente verdadera, de la que estamos hablando, es inmóvil, pero tiene conciencia. Es como el océano y sus olas. Cuando las olas ya no aparecen, ¿está el océano todavía ahí? Si está. Aunque la mente de los seres vivientes funciona con dualidad, la mente verdadera está siempre en no-dualidad. Así pues, la mente verdadera, la naturaleza que ve, o la mente pura que es capaz de ver, oír, comprender y que tiene conciencia, no se puede perder nunca. 

Buda continuó: “Tal como me ves ahora, la esencia de tu visión no es la mente pura fundamental, aunque es el reflejo de la verdadera función de la mente pura. A través de nuestros ojos, cuando sale el sol, vemos la luz; si no hay luna por la noche o el cielo está cubierto por oscuras nubes, vemos la oscuridad. Cuando hay puertas y ventanas en la pared, podemos ver el exterior desde el interior de la habitación; si no las hay, nuestra visión está bloqueada. Existen todo tipo de percepciones de distinciones, cuando vemos diferentes condiciones causales; cuando no hay nada, vemos el vacío. Cuando hay polvo en el aire, vemos turbio. Cuando brilla el sol después de la lluvia, vemos la clara luz. Entre estos ocho fenómenos, la luz se origina en el sol, así que vuelve al sol. La oscuridad se origina en la noche, por lo tanto vuelve a la noche. La penetración se origina en la apertura de las puertas y las ventanas y después vuelve a las puertas y ventanas. Las obstrucciones se originan en las paredes y aleros, así que vuelven a los paredes y a los aleros. La existencia de distinciones es debida a condiciones causales, así pues vuelven a las condiciones causales. La nada es debido al vacío y vuelve al vacío. Lo turbio es debido al polvo, así que vuelve al polvo. La clara luz resulta de cielos sin nubes, así que vuelve al cielo sin nubes. Todos  estos objetos han vuelto, pero la mente que ve, ¿a dónde puede volver?. ¿Dónde puede volver la mente verdadera que tiene la naturaleza de ver? En realidad no puede volver a ningún sitio.

Quiero haceros las siguientes preguntas: ¿Está el vacío en el interior de la mente, o está la mente en el interior del vacío? Si el vacío está en el interior de la mente, ¿dónde está la mente? Puesto que la mente confusa no está separada de la mente real, cuando todas las condiciones causales han desaparecido, ¿dónde está la mente real? 

Segundo grupo de preguntas: ¿Tu mente y la mía están separadas? ¿Has oído alguna vez: “Un corazón en sintonía con otro?” Tú estás ahí y yo estoy aquí, si nosotros alcanzamos la mente que no se establece en nada, ¿quiere esto decir que las dos mentes que no se establecen en nada corresponden a cada uno de nosotros desde dos diferentes posiciones? ¿Piensas de esta forma?

En los servicios matinales a menudo cantamos: “Aquellos que sufren a causa de los ocho males y de las tres sendas inferiores, puedan entrar, cada uno y todos ellos, en el mar natural de Vairocana. Nuestra mente es como una gota de agua que entra en el mar de la naturaleza del Buda Vairocana, su Dharmakaya. Entonces, ¿es cada uno de nosotros como una gota de agua tomada del mar de Vairocana?. ¿O estamos en este momento en realidad en este “mar”?. ¿Estamos ahora separados del “mar”, y volveremos a él más tarde, o bien somos nosotros el “mar” desde el principio?. 

Así pues, en el Shurangama Sutra Buda dice: “Aquello que no puede volver a ningún sitio no es otra cosa que tu mismo. Por esta razón sé que tu mente es fundamentalmente maravillosa, luminosa y pura. Estás confundido, has perdido lo fundamental y estás atrapado siempre en la rueda giratoria de las seis vías, siempre agitándote y flotando en el tormentoso mar del nacimiento y la muerte. No es extraño pues que El Que Así Llega diga que eres la más lamentable de las criaturas”.

Nuestra mente puede reflejar todos los fenómenos; pero no pertenece a ninguno de ellos. Aquí Buda explica esta característica de la mente pura fundamental, que es la que no puede volver a ningún sitio.

4a parte

Ananda preguntó a Buda: “Ahora reconozco que la naturaleza de mi conciencia visual es que no depende de nada. Pero, ¿cómo puedo saber qué es mi propia naturaleza verdadera?”7

Para encontrar la mente verdadera, debemos primero cambiar los conceptos erróneos que toman lo que no es real, por la mente verdadera.

En este mismo instante, vosotros me veis, veis la teza, veis la mesa, veis el suelo y veis todo tipo de objetos. (El Abat pregunta señalando a varios objetos) Todo esto son objetos, no tu mente, ¿correcto?. Ahora estamos seguros de que nuestra mente es capaz de percibir estos objetos. ¿Pueden ellos verte a tí? No. Cuando digo que estoy triste, tomarás el fenómeno de “mi estando triste” como “yo”, ¿no es así? Pero este es el fenómeno que es percibido por la mente; no es la mente verdadera. Ahora estoy hablando. Las cosas que digo son lenguaje y símbolos, no la mente verdadera.

Ahora, quiero decir: “Dentro de una semana, me iré a casa”. Si esta frase es la mente, ¿desaparece después de ser pronunciada?. Cuando habláis, en primer lugar está la noción de „sujeto“ y „objeto“; una vez que la frase ha sido pronunciada, esta desaparece. Este proceso de creación-y-finalización se llama „aparición“ y „cesación“. Cuando decís: „Me voy a casa mañana“, las palabras en sí mismas no tienen la capacidad de percibir o de ser conscientes.

Cuando hablamos con nosotros mismos, ¿estamos realmente hablando con „nosotros mismos“?. ¿O ha tomado nuestro segundo pensamiento al primer pensamiento, que ha sido percibido por la mente como el “yo”? Una vez que se comprende este concepto, nos daremos cuenta que cuando hablamos con nosotros mismos, estamos realmente hablando a un fenómeno sin vida, un objeto que ha sido percibido previamente por nuestra mente. 

Este es el primer punto, que “la Mente no es un objeto”. Aplicando esta comprensión: todo lo que es percibido por nosotros, que aparece y cesa, al que le falta la habilidad de percibir o de conciencia, nada de esto somos nosotros.

Permitidme que os pregunte: ¿Puede nuestra mente verdadera ser separada del objeto? ¿Podemos dibujar una línea divisoria y decir esta parte es la parte verdadera y esta otra parte es la taza? Permitidme ofreceros una analogía. El oro no tiene una forma fija. Cuando le damos la forma de un puño, ¿diríais que el puño tiene características fijas?: Si es así, ¿qué parte es sin forma?.

La mente no es un objeto, pero aparte del objeto no hay una mente y no hay función de conciencia visual. En nuestra práctica es crucial tener esta comprensión. Esto es lo que llamamos „ningún dharma está apegado a la naturaleza“, mientras, “los fenómenos no rechazan ningún dharma”. Esto es como un espejo que puede reflejar todos los fenómenos, pero el espejo no puede atrapar o rechazar ninguno de los fenómenos. Este principio es lo mismo que la naturaleza. No se aferra a ningúno de los fenómenos. Pero cuando su función se manifiesta, no deja tampoco fuera ninguno de los fenómenos. En otras palabras, la naturaleza es sin forma y sin características, pero los fenómenos tienen formas. A esto lo llamamos “la verdadera forma es sin forma, pero no rechaza ninguna forma”. La naturaleza de la verdadera forma es vacuidad. Pero puede ser como un espejo que refleja todo. Este es un concepto muy importante para la práctica, no podemos buscar el nirvana fuera de las vejaciones. No busquéis la naturaleza de la vacuidad fuera de los fenómenos. Se ha dicho, “la forma es vacío”. Así que sería inútil rechazar la forma (fenómenos) en busca de la naturaleza vacía.

Una vez había una persona que no se entendía con su familia. No podía soportar a su suegra y pidió abandonar el hogar (hacerse monja). Yo le dije, “Hay 300 suegras en nuestra sangha, todas esperándote a tí”. Así pues, los fenómenos están siempre bien y son correctos. Es nuestra mente la que diferencia, se aferra y rechaza. Si hay algo que no nos conviene, ¿debemos intentar cambiar el fenómeno externo o cambiar la mente que nos hace encontrar las cosas irritantes?

En realidad, todavía no es la última solución aunque intentemos cambiar la mentalidad que nos hace encontrar las cosas desagradables. Cuando hay algo que nos aparece desagradable, todavía hay dos capas de comprensión que podemos cambiar. La primera capa es cambiar “desagradable” por “agradable”. Esta es la capa inferior, aunque todavía no es fácil de hacer. Segundo, darse cuenta que hay un “yo” que encuentra las cosas desagradables; esto es debido a la mente dualista y tenemos que cambiar el concepto de sujeto y objeto. 

Una vez había un maestro del Dharma que dijo que, en su mente no hay una persona que le desagrade. Permitidme preguntaros esto: ¿Significa esto que a él no le desagrade nadie en absoluto, o que no hay para él ningún objeto que le pueda desagradar? En realidad, cuando no hay ningún objeto, no debería haber ninguna persona que nos desagrade o agrade. Si somos capaces de eliminar la mente dualista (sujeto y objeto), entonces no habrá necesidad de eliminar “gusta” o “disgusta”. Eliminar la mente dualista quiere decir no rechazar ningún dharma, no aferrándose a ningún dharma. 

La manera como el Maestro Sheng Yen lo explicaba es: “No tratéis a la otra persona como un objeto”. Una vez que habéis tomado a la otra persona como un objeto, ya sea una persona u otra forma de objeto, entonces la mente dualista ya ha aparecido y a su vez la codicia y el enfado. Así pues el segundo punto es: La mente verdadera no tiene forma, pero todos los fenómenos tienen forma (muestran características) y no seríamos capaces de dejar los fenómenos que tienen características y encontrar una mente sin forma. 

El linaje Linji llamaba a la mente verdadera la “la persona verdadera sin estatus”. En el los Anales de Linji, los maestros Chan equiparaban las miríadas de fenómenos a alguien poniéndose hábitos. En este momento, cuando nos sentimos felices, hay un hábito de “felicidad”. En el momento siguiente, cuando nos enfadamos, hay un hábito de “enfado”. Cuando creamos el pensamiento, “¿De qué está hablando este monje?” hay una hábito que es el pensamiento “¿De qué está hablando este monje?”. Nuestra charla y gestos son fenómenos eternamente cambiantes, al igual como una serie de nuevos y viejos hábitos que se ponen y se sacan. Hemos tomados estos hábitos por lo que es real, confundiéndolos con el “yo” e incluso interactuamos con estos fenómenos eternamente evanescentes. Vida tras vida estamos enredados en estas series de quita y pon de hábitos y reencarnándonos en los Tres Reinos. Todo esto ocurre porque hemos confundido los hábitos por el “yo” y por la realidad.

Ahora permitidme que pregunte: “¿Quién lleva estos hábitos?”

5a parte

¿Cómo encontramos, en medio del reino de los fenómenos, la mente que es sin forma? ¿Dónde está la mente sin forma? Ambos métodos, el huatou y la iluminación silenciosa comparten un principio común, que es encontrar la mente sin forma en medio del reino de los fenómenos. Pero la mente verdadera no es algo que puede ser visto por nosotros. Cuando buscamos, todo lo que vemos son fenómenos, no la mente. La mente verdadera que tiene la función de cognición y conciencia lo preside todo en todo momento. Pero a menudo confundimos cualquier cosa que vemos, oímos y pensamos, por la mente verdadera.

Cuando investigamos el huatou, “¿Qué es ‘Wu’?” de hecho estamos buscando la mente verdadera. Es lo mismo investigando “¿Quién está recitando el nombre de Buda?”, el nombre de Buda es lo que está siendo recitado. Entonces, ¿quién es esta mente que tiene la capacidad de recitar?. ¿Qué es esto? (Este huatou) es un medio para buscar la mente. A sí mismo, durante los descansos, cuando llevamos el cuerpo al aseo, lo llamamos “arrastrar el cadáver”. ¿Qué es lo que arrastra el cadáver al aseo? Cuando lo encontramos, esto es la iluminación.

Decimos, “Uf, estoy tan cansado.”. “Estoy tan cansado” es el objeto/fenómeno que está siendo percibido. ¿Qué es lo que puede percibir el fenómeno de estar cansado? Decimos: “No puedo investigar más, no puedo seguir.” ¿Son (los pensamientos) “no puedo continuar investigando” y “no puedo continuar” fenómenos o es la mente que puede percibir? Cuando sentimos mucho dolor en nuestras piernas, ¿qué es lo que percibe que las piernas duelen?. ¿Podría sentir dolor la mente verdadera? No. Así que cuando nos duele, investigamos qué es aquello que no sufre el dolor.

También pueden haber ocasiones en las que nos sentimos muy tranquilos y en paz. ¿Es esto nuestra verdadera mente? No. Cuando nos sentimos dispersos y desorientados ¿es esto nuestra verdadera mente?. Cuando nos sentimos dispersos ¿existe todavía la verdadera mente?. Si, existe. ¿Necesitamos deshacernos de los pensamientos erráticos, antes de proceder a la búsqueda de la verdadera mente? No existe tal necesidad. Esto es porque, incluso en el estado de caos, la verdadera mente está todavía ahí. Así pues, esto es algo que podemos practicar/investigar en todo momento.

Cuando queda un objeto que buscamos, no podremos encontrar la mente verdadera. De hecho, intentamos utilizar la mente que tiene la habilidad de investigar, para investigar la mente que tiene la habilidad de investigar. No debemos intentar utilizar la mente que tiene la habilidad de investigar para buscar otro objeto susceptible de ser investigado. No importa lo que percibamos, no es el objeto. En otras palabras, necesitamos averiguarlo. A través del proceso de investigación continuamos cortando todas las funciones dualistas de la mente. Al final, la mente no dualista, emergerá.

Ocurre lo mismo con el método de la iluminación silenciosa. El tercer estadio de la iluminación silenciosa es “contemplando la totalidad”. Podemos ser conscientes de las respiraciones. Podemos ser conscientes de las sensaciones, tales como inflamación, dolor, picor y entumecimiento. Podemos ser conscientes de los pensamientos. Pero la mente verdadera no es algún pensamiento que pueda ser percibido o conocido. No es lo mismo que las respiraciones percibidas por nosotros. Tampoco es lo mismo que las sensaciones percibidas por nosotros. Entonces, ¿qué es la mente verdadera? Lo que podemos saber es que la mente verdadera no es ninguno de estos objetos/fenómenos. Esta es la razón por la que la iluminación silenciosa es también un huatou. La única diferencia es que no se ha hecho a través de ”preguntar” per se. Cuando estamos contemplando (utilizando el método), tenemos que observar si la mente está aferrándose y si está estableciendo en algún estado particular. La mente verdadera es sin forma y averiguamos lo que es.

Cuando experimentamos dolor en las piernas o que tenemos muchos pensamientos erráticos, tenemos tendencia a tratarlos como un objeto. ¿Qué ocurre si no tratamos el dolor de piernas como un objeto, entonces cómo debemos tratarlo? ¿Decís alguna vez, “Está bien sea el tipo de dolor que sea.”? Si lo habéis hecho, a esto se le llama “la mente no rechaza ningún fenómeno/dharma”. No rechazamos ningún tipo de dolor. Al mismo tiempo, “la mente no se aferra a ningún fenómeno”; no lo convirtamos tampoco en algo que nos gusta! De manera similar, aunque tengamos muchos pensamientos erráticos, no hay necesidad de rechazarlos o deshacernos de ellos. Al mismo tiempo, no interactuemos con ellos. Todo lo que tenemos que hacer entre los muchos pensamientos erráticos, es sencillamente observar si la mente está intentado a aferrarse a algo o rechazar algo.

Bajo cualquier circunstancia, los pensamientos se manifiestan de acuerdo con sus propias causas y condiciones. Nuestra mente presente no se pone en contacto con ninguno de estos pensamientos. Es como las imágenes que aparecen en el espejo. Cuando aparece un objeto de color rojo enfrente del espejo, el espejo se vuelve rojo, pero cuando el objeto desaparece, el color rojo desaparece también. De forma similar nuestra mente siempre es así, no se aferra a ningún fenómeno/dharma; al mismo tiempo tampoco, rechaza nunca ningún fenómeno/dharma. Si tenemos muchos pensamientos erráticos, ni los rechazamos, ni nos aferramos a ellos. No hacemos ninguna de estas dos cosas. Los fenómenos vienen y van, lo mismo que la relación entre el espejo y las imágenes que refleja.

Recordemos, la mente verdadera es no-dualista. No es un objeto/fenómeno. Así pues, tenemos que observar e investigar.

6a parte

Ahora discutiremos la novena característica de la mente verdadera, “La Conciencia Visual No Aparece Por Sí Misma Ni Por Causas.”. “La Conciencia Visual” se refiere a la naturaleza vacía que también se llama la Naturaleza de Buda o la mente verdadera. El carácter chino “ching” se refiere a la mente diferenciadora. “No Aparece Por Sí Misma Ni Por Causas” significa trascender la mente diferenciadora. La frase “La Conciencia Visual No Aparece Por Sí Misma Ni Por Causas” dice principalmente que la mente verdadera (a.k.a. La Mente Búdica) no es ni dependiente de causas y condiciones, ni aparece por sí misma.

“… Nuestra naturaleza iluminada puede estar involucrada con los objetos a través de las diez direcciones… ¿cómo difiere lo que el Buda ha dicho a esto respecto de ‘la verdad de la naturaleza no-manifestada’ enseñada por el bramin Kapila…?” (traducción del Shurangama Sutra por The Buddhist Text Translation Society, 2009)

El Hinduismo habla sobre “El Yo-Verdadero Abarca Las Diez Direcciones,” mientras que el Budismo habla sobre “El Cuerpo del Dharma Abarca las Diez Direcciones”. El Budismo también discute la noción del Yo-Verdadero y el Cuerpo del Dharma. Estas nociones puede parecer muy similares, pero son distintas en algunos lugares, en particular, la noción de “El Cuerpo de Dharma es sin forma”. El Cuerpo del Dharma manifiesta los fenómenos, pero los fenómenos son todavía el Cuerpo del Dharma. La mente verdadera puede producir a todo tipo de fenómenos ilusorios, pero los fenómenos ilusorios son la mente verdadera. El Hinduismo habla sobre el Yo-Verdadero que produce todos los fenómenos, y entonces tenemos que volver al Yo-Verdadero, como si hubiera un fenómeno que necesitara volver al Yo-Verdadero. Una vez, el maestro dió un ejemplo para ilustrar este asunto. Por ejemplo, hoy nos iluminamos. El Buda no va a pensar, “¡Otro ser vivo se ha convertido en Buda! ¡Otro nuevo Buda se ha unido a nuestras filas!” Desde que Buda se iluminó, realizó que todos los seres vivos son ya budas. Para expresarlo más llanamente, el Buda no va a pensar: “Tú, todavía no estás iluminado, así que eres un ser vivo. Pero y ya soy Buda.”

Ananda continuó preguntando: “Puesto que la mente verdadera no existe en sí y por sí misma, debe haber aparecido de causas y condiciones. ¿Verdad?”. Habitualmente, cuando discutimos el concepto de “causas y condiciones” y “causa y efecto”, nos referimos a la relación mutua entre fenómenos. Las relaciones espaciales entre fenómenos se llaman “causas y condiciones”, mientras que las relaciones temporales se llaman “causa y efecto”. “La Conciencia Visual No Aparece Por Sí Misma Ni Por Causas” significa que la mente verdadera es capaz de percibir todos los fenómenos y manifestar todos los fenómenos, pero no es el resultado de causas y condiciones. La Naturaleza Verdadera es en su origen simplemente así. De hecho, “causas y condiciones” es la función de la Naturaleza de Buda. Cuando intentamos discernir “esto es la causa” y “esto es la condición”, ¿no estamos utilizando la mente para hacer las distinciones?. Decimos que la Naturaleza de Buda “trasciende las causas y condiciones y sobrepasa la mente dualista (sujeto y objeto)”.  Esto se refiere al hecho de que la Naturaleza de Buda trasciende las causas y condiciones y también trasciende la mente dualista.

La Naturaleza de Buda no puede ser el resultado de causas y condiciones. Su existencia no depende de ciertas causas o condiciones. Buda lo explicó de esta manera: Somos capaces de ver la luz, la oscuridad, los objetos sólidos y el espacio. ¿Es la mente capaz de ver debido a la luz, o es debido a la oscuridad que somos capaces de ver? ¿O somos intrínsecamente capaces de ver? Si vemos gracias a la luz, entonces no vemos la oscuridad. Si vemos gracias a la oscuridad, entonces no vemos a la luz. Estas son una de las funciones de la mente. La naturaleza de la mente es “ningún dharma y aún así es precisamente todos los dharmas”. Trasciende la luz y la oscuridad, pero no se aparta de la luz y la oscuridad.

En la cita anterior, el carácter “no” está seguido de “es”. La frase, “La Conciencia Visual no es un objeto percibido”, explica que la Conciencia Visual no es un objeto. Trasciende todos los objetos. Al mismo tiempo, la Conciencia Visual no es otra cosa que los objetos. Esto es lo que quiere significar por “es precisamente todos los objetos”.

Si la mente verdadera no aparece de causas y condiciones, entonces, ¿podemos producir esta mente verdadera produciendo algún tipo de causas y condiciones?. Hay una histora chan que ilustra este punto: El Maestro Mazu Daoyi estaba trabajando duro practicando la meditación sentada. Su maestro, Huairang se sentó a su lado, puliendo un ladrillo.

Mazu sintió una gran curiosidad y preguntó: “¿Qué está haciendo, puliendo este ladrillo?

Huairang respondió: “Lo estoy puliendo para hacer un espejo.”

Mazu pensó que era ridículo y dijo: “¿Cómo puede convertirse un ladrillo en un espejo?”

Huairang dijo entonces: “Un ladrillo no puede convertirse en un espejo puliendolo. Pero, ¿ crees tú que puedes convertirte en un Buda sentándote en meditación?”

Mazu preguntó: “Entonces, ¿qué hago?”

Huairang preguntó: “Cuando conduces un carro de bueyes, ¿qué haces, si el carro no anda? ¿Golpeas el carro o golpeas al buey?”

De forma similar, puedes intentar practicar meditación. ¿Pero es el samadhi meditativo la Mente misma? No, no lo es. Sería más fácil llegar a iluminarse cuando se practica meditación, pero practicar meditación no conduce a la iluminación.

Puedes trabajar muy duro y ejercer un gran esfuerzo en la práctica. Entonces, un día, te iluminas. ¿Es tú iluminación el resultado de tu práctica? Si la iluminación es el resultado de la práctica, entonces, cuando se para la práctica se vuelve a estar en la ilusión otra vez, ya que esa iluminación es alcanzada a través de la práctica. En realidad, la iluminación no es el resultado de la práctica. Si hubiera sido el resultado de la práctica, entonces esto indicaría, para empezar, que no poseemos la Naturaleza de Buda, que solo era a través de la práctica que habíamos obtenido esta Naturaleza de Buda. Pero esto no es así, la Naturaleza de Buda ha existido desde el orígen del tiempo.

Como ya he dicho, la iluminación no es el resultado de la práctica. No obstante, Shifu ha dicho que, “Sin la práctica no sabríamos que la iluminación no es el resultado de la práctica.” ¿Está claro? Si no practicamos, no sabremos que no hay relación entre la iluminación y la práctica. En otras palabras, si no practicamos no nos iluminaremos. Pero una vez que hemos empezado la práctica, nos damos cuenta de que no hay relación entre la iluminación y la práctica. Dicho esto, aún necesitaremos practicar duramente. Entonces, un día, cuando llegue la iluminación, veremos que, después de todo, no hay relación entre la práctica y la iluminación.

El principio básico para la práctica es abandonar al mente diferenciadora. Abandonar completamente la mente diferenciadora. Solo entonces, la Mente Verdadera, que trasciende todas las distinciones, se revela a sí misma. Abandonar significa parar de aferrarse a los fenómenos parciales y parar de prestar atención a los fenómenos específicos. La esencia del Chan es no aferrarse a nada. Abandonar las cosas, una a una, hasta que lo abandonamos todo. La Iluminación Silenciosa expresa esto como “iluminando sin contactar con ninguna condición/fenómeno”. El foco no es el contacto. Como para el Huatou, preguntamos directamente, “¿Qué es aquello lo que no contacta?”.

Shifu dijo, “Las personas iluminadas están constantemente en el estado de unificación. Al mismo tiempo no se establecen en tal estado.” Así pues, aunque hoy hayamos entrado en el estado de unificación, todavía debemos abandonar este estado. Solo entonces podremos iluminarnos. ¿Qué ocurre si nuestra mente está dispersa? ¿Podemos todavía entrar en el estado de unificación simultánea, aún no estando establecidos en la unificación? Si, podemos.

Nuestra mente verdadera está, en sí y por sí misma, iluminada. Cuando Shifu conoció al Gran Maestro Lingyuan, ellos vivían en el mismo dormitorio. En el momento de ir a dormir, el Gran Maestro Linyuan se sentó a meditar. Shifu siguió el juego y se sentó a meditar también. Entonces, Shifu le preguntó al Gran Maestro Lingyuan si le podía hacer algunas preguntas. El Gran Maestro Lingyan dijo, “puedes”.

Sifu empezó a hacerle muchas preguntas, tales como, “¿Qué debo hacer cuando entre en la vida monástica?” y “¿Me conviene realmente ser un monje?”.

El Gran Maestro Lingyuan siguió preguntando: “¿Tienes más preguntas? ¿Hay más?” Al final, el Gran Maestro LIngyuan golpeó la mesa, “BAM!” y dijo, “Déjalo. Ahora me voy a dormir.”

Shifu dijo que, como resultado, entró en un estado donde todo su cuerpo y su mente desaparecieron. Bien, al principio de esta historia, ¿no estaba esta mente muy dispersa?.

Así pues, la verdadera clave es abandonar nuestra mente diferenciadora, así como la mente investigadora. 

7a parte

La Conciencia Verdadera Trasciende la Conciencia Visual

Como decíamos anteriormente, la conciencia visual no depende de causas y condiciones. Al mismo tiempo, los sutras también afirman que hay nueve condiciones que deben cumplirse para que podamos ver un objeto. Hay nueve prerequisitos para “ver”. Son: espacio, luz, la facultad sensorial, el entorno, la intención, la base de discriminación, la base del autoengaño y la pureza, la raíz de las bases y las semillas. Deben existir los ojos, el entorno, la luz, el espacio, la intención, la conciencia de los cinco sentidos, la sexta conciencia, la séptima conciencia y la octava conciencia. Al mismo tiempo, el Shurangama Sutra también afirma que la verdadera conciencia visual, nuestra Naturaleza que es capaz de ver, no depende de causas y condiciones. ¿Por qué existe esta incongruencia?

Aquí nos referimos a “Cuando seamos capaces de utilizar nuestra verdadera conciencia para ser conscientes de la esencia de nuestra conciencia visual, sabremos que nuestra verdadera conciencia no es lo mismo que la esencia de nuestra conciencia. Las dos están separadas, la una de la otra. La esencia de la conciencia no es lo mismo que la verdadera conciencia.” (El Shurangama Sutra, traducción inglesa por The Buddhist Text Translation Society, 2009, p. 76). La Verdadera Conciencia Visual trasciende el dualismo, el sujeto en el acto de ver y el objeto de lo que está siendo visto. Esto es hablar sobre la verdad última, que es la Mente Verdadera. Esto no se refiere al tipo mundano de conciencia visual, que requiere nueve prerequisitos. Lo que estamos discutiendo ahora es la primera y la última realidad. 

Así es como Buda lo explica: Cuando vemos luz, la mente que la puede ver no es el fenómeno de la luz. Cuando vemos oscuridad, nuestra mente que la ve no es “oscurIdad”. La que posee la función de ver es la mente no el ojo. Es lo mismo con ver el espacio o los objetos sólidos. Lo que nos permite ver, esa mente que tiene la función de ver no es “luz”, no es “oscuridad”, no es “espacio” y tampoco son “objetos sólidos”.

Además el Buda explica que, cuando somos conscientes de que vemos (lo cual significa que, en primer lugar somos capaces de ver y en segundo lugar sabemos que estamos viendo), la Mente Verdadera no es esa consciencia que sabe que estamos viendo (el segundo nivel de la visión). Cuando vemos un fenómeno, ¿no es porque hay una mente que puede ver y un objeto que puede ser visto?. Esta manera de ver es ver con la mente dualista no con la mente verdadera. La conciencia visual, operando con una mente dualista, se convierte en “conciencia”, (una de) las Cinco Conciencias y la Sexta Conciencia. La Mente Verdadera, por otra parte, es sabiduría, que trasciende el modo dualista de objeto y sujeto. No es una conciencia visual dualista.

Las personas corrientes están acostumbradas a observar todos los fenómenos usando la mente dualista. En el origen, en cada momento, todos los fenómenos son manifestación de la mente verdadera. De forma similar a lo que discutíamos previamente, “La conciencia visual no es un objeto percibido y al mismo tiempo no está separada de los objetos.”, no podemos separar los fenómenos y la mente verdadera. La Mente Verdadera y los fenómenos son siempre uno. La Naturaleza Verdadera no puede estar separada de los fenómenos. A parte de la mente que tiene conciencia visual, los fenómenos no existen. A parte de los fenómenos, no hay tampoco una Naturaleza con existencia independiente.

De manera incesante, la gente corriente utiliza el pensamiento presente para atrapar (alcanzar) el pensamiento precedente, que ya ha desaparecido. Pero la gente corriente no se da cuenta de que el pensamiento precedente al que se aferra ya ha desaparecido. Una analogía que utilizamos es una varilla de incienso ardiendo haciendo círculos en la oscuridad.

Anillo de fuego    Foto de Taylor Mitchell

Cuando realizamos estos círculos, un anillo de fuego aparece en el aire. Pero, en realidad, lo que parece un anillo girando es sólamente un punto de incienso candente. El anillo de fuego ya ha desaparecido. Lo que queda es meramente el efecto de la persistencia de la visión, lo cual conduce a la percepción de que el anillo de fuego todavía existe. Lo mismo que esta analogía, en su orígen, los pensamientos precedentes y posteriores son la inmóvil Mente Verdadera. Desde la posición ventajosa  del pensamiento posterior, el pensamiento anterior desaparecido se ha convertido en un fenómeno que no tiene conciencia. Desde la posición ventajosa del desaparecido pensamiento anterior, el pensamiento posterior es la mente dualista que opera con el sujeto y el objeto. 

De forma similar puedo decir, por ejemplo, “Yo estoy muy bien; tú no estás bien.” En el mismo instante en que cada palabra es pronunciada, la mente verdadera está manifiesta. Cuando “Yo” fue dicho, el resto de las palabras de la frase todavía no han aparecido. Para cuando llegué a la palabra “tú”, la primera mitad “Yo estoy muy bien”, ya había desaparecido. Pero, no sentimos que en realidad haya desaparecido. Para cuando llegamos a “bien” en la frase “no estás bien,” la primera palabra “no” ya ha desaparecido completamente. Aún así, sentimos que es una frase completa. Esto es porque la mente-conciencia tiene la función de archivar y retener.

Lo peor es, que tomamos las palabras “Yo” y “tú” como las personas reales, “yo” y “tú”. Operando de esta manera, los pensamientos anteriores y posteriores aparecen incesantemente, uno tras otro sin parar. Constantemente tomamos los fenómenos como yo, tomando la mente dualista que aparece y perece como el yo. Somos incapaces de ver la Mente Verdadera, que es no dualista e inmóvil. Esto es el Yo Verdadero.

Así pues, sólo cuando la mente que capta los pensamientos precedentes llega aún completo stop, entonces la Mente Verdadera no dualista, puede manifestarse. En (el libro del Maestro Chan Sheng Yen) El Reino del Despertar del Maestro Shenhui, hay una frase, “En el prajna, nada es conocido y aún así nada es desconocido”. Si hay algo que deba ser conocido, entonces este conocimiento es reducido y limitado. Así pues, solo conocer sin ningún objeto de conocimiento puede realmente exhibir “nada es desconocido”. De forma similar, el tercer estadio en la práctica de la Iluminación Silenciosa es descrita como “sin contactar con los objetos, conoce”. Lo que esto significa es que mientras hayan objetos que puedan ser contactados por nosotros, lo que puede ser sabido es limitado. No sería “nada es desconocido”. No sería, realmente, Verdadero Conocimiento.

8a parte

En la próxima sección del sutra, el Buda trata sobre las nociones de “la conciencia distorsionada basada en el karma de los seres individuales” y “la conciencia distorsionada basada en el karma compartido de los seres vivos” (El Surangama Sutra, traducción inglesa de The Buddhist Text Translation Society, 2009, p. 78). Estos dos tipos de conciencia distorsionada están activos en todo momento.

Por ejemplo, mientras escucháis mi charla ahora, cada uno de vosotros tiene su propio conjunto de pensamientos, sentimientos, cosas que veis y las partes de la charla que en realidad estáis escuchando. ¿Son diferentes todos estos conjuntos entre persona y persona? El Sutra dice que cuando los ojos están afectados por glaucoma, el paciente verá un halo alrededor de la luz. Solo los pacientes con glaucoma ven el halo y las otras personas no. Este fenómeno, donde diferentes personas tienen percepciones, sensaciones y sentimientos diferentes, se llama “karma individual”.

Una vez que el ojo se recupera del glaucoma, el halo desaparece naturalmente. Cuando percibimos fenómenos no-existentes como existentes, a esto se les llama ”conciencia engañosa”. En este mismo instante, cada uno de nosotros cree/percibe que nuestra mente está dentro de nuestro cuerpo. ¿No es así? Como decíamos ayer, debido a la ignorancia, la Mente Verdadera da lugar al concepto de una mente dualista de sujeto y objeto, que a su vez da lugar al espacio vacío, al mundo y a las consecuencias kármicas. Como resultado percibimos erróneamente que la mente verdadera está dentro de nuestro cuerpo físico. Este punto de vista de “la mente está escondida dentro del cuerpo” es realmente una conciencia engañosa. Shifu (El Maestro Chan Sheng Yen) dijo, “Cada uno de nosotros vivimos en nuestro propio mundo”. Una persona, un mundo; dos personas, dos mundos. La superposición de los mundos individuales se llama “karma compartido”.

Cuando soñamos por la noche, sentimos que interactuamos con muchas personas, ¿no es así?. Cuando soñamos por la noche, estamos viviendo en nuestro propio mundo, que es la función de la “aparición independiente de la conciencia del pensamiento”. Durante el día, esta “aparición independiente de la conciencia del pensamiento” corrobora con la conciencia del ojo, la conciencia del oído, la conciencia de la nariz, la conciencia de la lengua, la conciencia del cuerpo y juntas son la llamada la “conciencia del pensamiento que aparece con las conciencias de los cinco sentidos”.  La “aparición independiente de la conciencia del pensamiento” todavía opera durante el día. La única diferencia es, que durante el día se le llama “pensamiento engañoso” y durante la noche se le llama “soñar”.

Por ejemplo, supongamos que vemos, durante el día a una persona a la que queremos golpear. El deseo que golpear a esta persona es una función de la conciencia. Pensando mejor en el escenario, podemos darnos cuenta que podemos ser golpeados también, si realmente golpeamos a esta persona. Así pues, resulta, que no lo hacemos. Pero, si hubiera sido un sueño, hubiéramos llegado al final y la hubiéramos golpeado. La cuestión del asunto es que aunque durante el día no la hemos golpeado, en realidad ya lo hemos hecho en nuestra conciencia. La única diferencia es que no hemos golpeado físicamente. Pero en la conciencia, es lo mismo que en el sueño. Esta parte pertenece mayormente al reino de la conciencia y es idéntica en los sueños de la noche. Ambas son conciencias engañosas. 

De hecho, durante el día, todo lo que vemos, oímos y pensamos son conciencias engañosas. Cualquier cosa que vemos, oímos, u olemos durante el día es opcional. Opcional significa  que básicamente son como sueños, todos los cuales aparecen de nuestra propia mente. La única diferencia es la adición del trabajo de las facultades de los cinco sentidos. Comparando las conciencias engañosas durante el día y los sueños por la noche.

¿Qué vemos?   Foto del Venerable Chang Wen

La diferencia es simplemente la adición de los cinco sentidos. Por la noche, los cinco sentidos por lo general no contribuyen. De manera similar, las formas e imágenes durante el día también se originan en la conciencia de la mente y continúa apareciendo de la mente. El problema es, que pensamos de ellos que son reales.

Una vez que despertamos de nuestros sueños nocturnos, nos damos cuenta que nada ha ocurrido realmente. Durante el día, ¿somos capaces de ver a través de todo lo que experimentamos de manera que sabemos que es también como un sueño? ¿Desaparecerán los sueños que ocurren durante el día? Sí, en realidad, los sueños que experimentamos durante el día también desaparecerán. Cuando miramos a una persona, la persona real no desaparece. No obstante, la impresiones que nos hemos formado sobre esta persona, aparecen y desaparecen, ¿no es así?. Los recuerdos de esta persona recolectados constantemente en nosotros también aparecen y desaparecen, ¿no es así?. Los sueños que tenemos durante la noche son pensamientos engañosos que aparecen y después desaparecen completamente. Una vez que despertamos, nos damos cuenta que nada ha ocurrido. Los sueños engañosos que aparecen durante el día pueden en realidad desaparecer incluso más rápidamente. ¿No es así?

Ya he dicho mucho, como si todo lo que he dicho fuera absolutamente correcto, pero esto es como yo lo veo. Vosotros podríais utilizar la frase “conciencia distorsionada basada en el karma de seres individuales” como un ancla y contemplar: todo cuanto vemos y oímos es el resultado de la mente verdadera dando lugar a la ignorancia y a la mente dual. Esto es todo lo que tenéis que recordar. Simplemente recordar un principio: Cualquier persona en la que estéis pensando, no es esa persona; cualquier emoción que experimentemos, no somos nosotros. Además, cuando hablamos a otra persona, debemos recordar, “¿Estoy realmente hablando con esta persona?”. Contemplándolo de esta manera, aumentaremos en realidad la probabilidad de que realmente estemos hablando con esta persona. Visto de esta manera, podemos realmente erradicar nuestros puntos de vista ilusorios. De otra forma continuaremos tratando las imágenes de nuestra memoria como personas reales. En este mismo instante, ¿estamos hablando con esta imágen o con la Mente? ¿Habéis hablado alguna vez con esta Mente Verdadera? Todavía no, ¿verdad?. Esto muestra que estamos tratando las imágenes como si fueran la Mente Verdadera. Así que tenemos que trabajar para imaginar una manera de continuar abandonando. 

Pregunta:  Según lo que Vd. ha dicho, cuando leemos un sutra, ¿cómo debemos leerlo realmente? ¿Debemos verlo como “papel blanco con manchas negras”?

Respuesta: ¡Vd. no está siquiera leyendo los sutras! Una vez había un Maestro Chan. Mientras leía un sutra, su discípulo le preguntó si estaba leyendo el sutra. El dijo, “No, estoy utilizando esto para cubrirme los ojos”. En cualquier caso, mientras haya un “tú” leyendo el sutra, nos hemos vueltos ciegos. De manera similar, si nos vemos a nosotros mismos conversando con otra persona, entonces nuestros ojos se han vuelto ciegos, nuestra boca se ha vuelto muda y nuestros oídos se han vuelto sordos. Si, un día, alcanzamos el estado en el que estamos hablando a una persona, pero no nos vemos a nosotros mismos hablando con esta persona y no hay un “tú” mirando a la otra persona, entonces y sólo entonces no seremos ciegos ni mudos. De otra forma, simplemente recordemos las palabras de Sifu, “Sed serios, pero no os lo tomeis seriamente”. 

9a parte

Anteriormente, en nuestra charla sobre “Diez características de la Mente Verdadera”, focalizamos mayormente en las características de la mente. La mente es intrínsecamente sin-forma; al mismo tiempo es capaz de las funciones de cognición y conciencia. Ahora vamos a dirigir el discurso a la relación entre la naturaleza y los fenómenos/forma.

Ananda, todavía no has comprendido que los objetos que percibimos son irreales e ilusorios. Están sujetos a cambios, apareciendo aquí y allá y desapareciendo aquí y allá. Ahora bien, estas ilusiones, cada una con su designación convencional, son de hecho dentro de lo esencial, iluminación maravillosa. Lo mismo es verdad de los cinco agregados, las seis facultades, las Doce Lugares y los dieciocho elementos constituyentes. Es una ilusión que lleguen a la existencia cuando sus causas y condiciones están presentes y es una ilusión que cesen de ser cuando sus causas y condiciones están ausentes. Sencillamente no has comprendido que, fundamentalmente todo lo que viene y va, que viene a la existencia y deja de existir, está dentro de la naturaleza verdadera de la Matriz de Él Que Así Llega, el cual es la maravillosa, imperecedera comprensión (la inmóvil, eterna y maravillosa talidad de la realidad). Pero, aunque puedes buscar dentro de la eterna realidad de la matriz de Él Que Así Llega, lo que viene y va, la confusión y el despertar y la llegada a la existencia y el cese del ser, no los encontrarás ahí. 

(El Surangama Sutra – A New Translation with Excerpts from the Commentary por el Venerable Maestro Hsuan Hua [Buddhist Text Translation Society, 2012], 89)

La Mente en sí misma no exhibe fenómenos fijos y particulares. Pero los fenómenos aparecen de la Mente. Existen seis facultades sensoriales (ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente), también llamados las seis entradas. Los fenómenos son caracterizados como formas, sonidos, olores, gustos, sensaciones físicas y pensamientos. También son llamados los seis objetos sensoriales. Juntos, las seis facultades sensoriales y los seis objetos sensoriales son llamados los Doce Lugares. Cuando las seis facultades sensoriales entran en contacto con los seis objetos sensoriales, aparecen las seis conciencias, realizando las funciones de cognición y diferenciación. Se las llama conciencia del ojo, conciencia del oído, conciencia de la nariz, conciencia de la lengua, conciencia del cuerpo y conciencia de la mente. Todos juntos, las seis facultades sensoriales y los seis objetos sensoriales y las seis conciencias, son llamados Los Dieciocho Elementos Constituyentes. Los objetos de percepción/conciencia son llamados colectivamente los agregado forma. Percibir y conocer son además clasificados como agregado sensación, agregado percepción, agregado volición/impulso y agregado conciencia. Juntos son llamados los cinco agregados (en sánscrito: Skandhas). Después los Siete Elementos consisten en los cinco objetos de la conciencia (tierra, agua, fuego, aire y espacio) incluyendo también el sujeto de la conciencia: conciencia sensorial y consciencia. Esta clasificación/análisis de la naturaleza y los fenómenos viene de la perspectiva de la mente dualista, de sujeto y objeto. Hablando de forma absoluta, la mente es sin forma y desprovista de características. Cuando la mente manifiesta las diferentes funciones, miriadas de fenómenos ilusorios aparecen. Al mismo tiempo, a causa de que estos fenómenos aparezcan y desaparezcan debido a causas y condiciones, estos son “vacíos e ilusorios”.

Tomemos como ejemplo el ojo-facultad. De acuerdo con nuestra experiencia, no podemos ver sin los ojos. Pero de acuerdo al sutra cuando los ojos miran al mismo punto durante un periodo de tiempo prolongado, se cansan y entonces aparece el fenómeno de la luz y la oscuridad. Entre dos fenómenos ilusorios de luz y oscuridad se forman fenómenos visuales. En los sutras, se les llama “fatiga engañosa”. Por ejemplo, si se mantienen mirando al suelo, después de un tiempo, los ojos se cansan. Subsecuentemente, empezamos a ver cosas que no están ahí, como flores imaginarias que aparecen en el aire. Las montañas, ríos y la vasta tierra que vemos ahora son básicamente el resultado de esta fatiga.

El Buda explicó en primer lugar que el hecho de que seamos capaces de ver, no es debido ni a la luz ni a la oscuridad. Si fuera “la luz” la que permite ver, cuando es oscuro, tal habilidad visual debería desaparecer y no deberíamos ser capaces de ver la oscuridad. Por otra parte, si fuera la oscuridad la que permite “ver”, entonces, “ver” desaparecería cuando hay luz. Si somos capaces de ver luz y oscuridad, entonces, por deducción lógica la función de ver no depende de ninguno de los dos fenómenos (ni de la luz ni de la oscuridad).

Buda entonces explicó que nuestra habilidad de ver varios fenómenos no depende tampoco del ojo-órgano. Si fuera el ojo que permite ver los fenómenos, entonces no habría necesidad de luz y oscuridad. Así pues, la habilidad para ver fenómenos no depende tampoco sólamente del ojo.

El Buda también dijo, si los fenómenos hubieran aparecido debido al espacio vacío, entonces esto significaría que el espacio vacío es capaz de ser consciente y percibir estos fenómenos y sería absolutamente sin relación con el ojo-facultad. Puesto que este no es el caso, ser capaz de ver los fenómenos no es debido tampoco al espacio vacío. 

Lo que el Buda está haciendo aquí, es conducir un análisis por la vía lógica. Nuestro así llamado “ojo-facultad” es una función de la mente. Es la mente extrayendo fenómenos de luz, oscuridad y objetos a través de los ojos. Otra forma de explicar esto es que la mente almacena estos fenómenos, los proyecta y después percibe estas proyecciones. Llamamos a este proceso “ver”. Cuando este fenómeno desaparece, el ojo, a través del cual contactamos con los fenómenos, así como el ojo-conciencia desaparece también. Apartándonos de los fenómenos, el llamado “ver” también deja de existir.

Pero, nuestra mente verdadera no desaparece. Los fenómenos aparecen y desaparecen, pero la mente que los percibe y los reconoce no aparece o perece con los fenómenos. La mente que puede percibir y reconocer no aparece ni perece. En el proceso de ver un objeto, lo que responde al objeto y lo que es capaz de percibir el objeto es llamado “conciencia”. Podemos experimentar la aparición y desaparición de esta “conciencia”, pero su esencia es la mente verdadera. Incluso cuando la mente-conciencia perece, la mente verdadera ni aparece ni perece. Tomemos nuestros recuerdos como ejemplo. Cuando recordamos algo, la memoria sale a la superficie. De acuerdo con esto, la memoria específica aparece en la superficie. Si paramos de prestar atención, desaparece. Pero la mente que es capaz de conocer no aparece ni desaparece con los recuerdos. A menudo utilizo el océano y las olas como analogía. Las olas no están separadas del océano. Pero, las olas aparecen y desaparecen incesantemente; Así pues, son vacías e ilusorias. Si confundimos la forma externa de las olas como si fueran el océano, persiguiendo las olas, permaneceríamos para siempre perdidos entre la confusión y el despertar. Entre confusión y despertar, entre venir a la existencia y dejar de ser y no ser capaz de obtener comprensión.

Ahora volveremos a los “fenómenos ilusorios”. Debemos tener todos esta comprensión: No pensemos que “fenómenos ilusorios” significa que no existen. Los fenómenos ilusorios existen en términos relativos. Bajo causas y condiciones específicas, los fenómenos ilusorios que son percibidos en el momento, existen en realidad. No obstante, una vez que las causas y condiciones cambian, los fenómenos ilusorios dejan de existir. El término “ilusorio” se refiere al fenómeno de aparición y desaparición. Los sutras a menudo afirman “como sueños y como ilusiones”. “Como sueños” no significa no-existencia. Cuando soñamos, el fenómeno existe. Una vez despiertos, los sueños desaparecen. Esta aparición y desaparición de fenómenos es ilusoria. Así que no pensemos que “ilusorio” significa no-existencia.

El Maestro Sheng Yen dijo, “Causas y condiciones existen. La Naturaleza-Propia es vacía”. Se convierte en un problema sólamente cuando tratamos las ilusiones como realidad. Una vez que realizamos que las ilusiones son meramente ilusiones, entonces la ilusiones son instantáneamente una cosa y lo mismo que lo que es real. Todos los fenómenos son la mente, de la cual se afirma como “forma es precisamente vacuidad”. Así pues yo sigo diciendo, cualquier cosa que veais, no es ningún fenómeno que no sea la mente. El patriarca también dijo, después de todo lo que se ha dicho, “las formas/fenómenos son precisamente la mente misma”. No es nunca “yo percibo fenómenos”. En cuanto hay una noción de “Yo” percibiendo fenómenos, se ha vuelto una ilusión.

Tenemos que tener clara la relación entre naturaleza y fenómenos.

Los fenómenos que percibimos, utilizando el modo dualista de la mente, son fenómenos ilusorios. Pero tomamos estos fenómenos ilusorios por realidad. Los fenómenos son uno y lo mismo que la mente. Los fenómenos pueden sufrir muchas transformaciones. Por ejemplo, una mano cerrada se convierte en un puño y una mano abierta revela la palma. Son diferentes formas de la misma mano. La única diferencia está en la función. No obstante, sentimos como si la palma desapareciera cuando se forma el puño. O cuando la palma se muestra, el puño desaparece. En realidad, la mente da lugar a miriadas de funciones y fenómenos. Cuando no abrimos la mano para mostrar la palma, o cerramos la mano para formar el puño, nuestra mano no ha crecido ni decrecido ni un milímetro. La mente es exactamente así. Hay fenómenos ilimitados manifestados en la mente. Igual que en internet, cuando hacemos clic en una web, la web aparece. También es como, en medio de un espacio abierto e infinito, esperamos ver el cielo, el cielo se manifiesta; esperamos ver el prado y el prado se manifiesta; esperamos el sonido y el sonido se manifiesta. Así que ¿ha aparecido algunos de estos fenómenos alguna vez?. Es nuestra mente la que se ha movido.

10a parte

Un concepto crítico en el Shurangama Sutra es el de las Tres Apariencias Sutiles y las Seis Apariencias Básicas (Tóscas). “De un solo pensamiento no iluminado aparecen las Tres Apariencias Sutiles. Los estados externos se convierten en las condiciones para la aparición de las Seis Apariencias Básicas.” (Venerable Maestro Hsuan Hua, “Shurangama Sutra and Commentary, Roll Seven,” Vajra Bodhi Sea 272, January 1993, 9.) Esto significa, que un pensamiento no iluminado ha aparecido y no ha sido detectado y así las Tres Apariencias Sutiles (la Apariencia de la Ignorancia, la del Perceptor Subjetivo y la del Mundo Objetivo) son creadas.

Inicialmente, la naturaleza iluminada no contiene las montañas, los ríos y la gran tierra. Purna Maitrayani-putra preguntó a Buda: “Ya que no existían las montañas, los ríos y la gran tierra desde el principio, ¿cómo llegaron a existir?” Buda empezó a exponer las causas y las condiciones de estos fenómenos.

Buda dijo: “Purna, debes haberme oído hablar sobre esto: la naturaleza de la iluminación es maravillosa en sus funciones de iluminación; la iluminación inherente ilumina todas sus funciones maravillosas.”  “La naturaleza de la iluminación” se refiere a la esencia de nuestra naturaleza iluminada. “Maravillosa” significa su naturaleza ilimitada e infinita. “Iluminando” se refiere a su función de cognición, percepción, comprensión, etc. El punto principal de este verso es que nuestra naturaleza iluminada exhibe intrínsecamente infinitas funciones de iluminación. Pero nosotros, como personas corrientes, no somos conscientes de ello. No somos conscientes del hecho de que nuestra naturaleza inherente es lo mismo que la de Buda. Aún así nuestra naturaleza iluminada sigue siendo la misma. La naturaleza de las personas corrientes aún puede iluminarse, solo que no tan maravillosamente y no de forma infinita. La frase “la iluminación inherente ilumina todas sus maravillosas funciones”, señala el hecho de que estamos intrínsecamente dotados de una capacidad ilimitada de iluminación, la cual puede ser utilizada para miriadas de funciones maravillosas.

Otra forma de ver esto es: “la naturaleza de la iluminación” se refiere a la característica de la naturaleza que exhibe intrínsecamente ilimitadas funciones. Mientras que, “iluminación inherente” expresa el uso de estas funciones. El primero señala la potencialidad mientras que el último señala el ser capaz de utilizar esta capacidad.

Buda además preguntó: “¿Exhibe esta iluminación iluminada la función de iluminar intrínsecamente, de manera que es llamada ‘iluminación iluminada’? ¿O bien esta naturaleza iluminada carece de la función de intrínseca iluminación, de manera que sólamente a través de la percepción de objetos se materializa su función de iluminación?” ¿Cuál de ellos es?

“La naturaleza iluminada” se refiere a la capacidad de iluminar. Más específicamente, a través de la facultad del ojo, esa función de iluminación es capaz de percibir formas físicas, lo cual es llamado “ver”. A través de la facultad del oído, puede percibir sonidos, lo cual es llamado “oír”. A través de la facultad de la nariz, puede percibir fragancias, lo cual es llamado “sentido del olfato”. A través de la facultad de la lengua, puede percibir sabores, lo cual es llamado “gusto”. A través del cuerpo físico, puede percibir sensaciones físicas, lo cual es llamado “sentido del tacto”. A través de la conciencia, puede percibir todo tipo de formas-pensamiento, lo cual es llamado “pensar”, “hacer juicios”, “analizar”, o “calcular”.

La “naturaleza iluminada” exhibe miríadas de funciones. “Maravillosa en sus funciones de iluminación” captura las miríadas e ilimitadas funciones de su naturaleza. Por ejemplo, podemos “iluminar” u “ocuparnos de” los movimientos de nuestro cuerpo. Si deseamos estar de pie, para hacer esto tenemos que iluminarnos primero u ocuparnos de la forma física de estar de pie. Como consecuencia, nuestro cuerpo está de pie. Las variadas maniobras o funciones que tienen lugar en nuestra mente son llamadas “iluminando”. ¿Os habéis dado cuenta? Antes del hecho real de estar de pie, la noción o pensamiento-forma en nuestra mente de estar de pie tiene que aparecer primero. Después el movimiento puede ser completado. Primero recuperamos o nos ocupamos de la forma mental, después el cuerpo sigue consecuentemente.

En el último capítulo del Shurangama Sutra hay una discusión sobre cómo nuestro cuerpo entero está compuesto de falsos o ilusorios pensamientos. Como el cuerpo está compuesto de pensamientos ilusorios, cuando un nuevo pensamiento ilusorio aparece, todos los agregados de pensamientos ilusorios se pueden configurar de acuerdo con este nuevo pensamiento ilusorio y manifestar la forma o movimiento deseados. Es precisamente porque este cuerpo es un compuesto de pensamientos ilusorios, que las personas con poderes espirituales son capaces de alterar estas ilusiones o formas físicas en ilusiones de espacio vacío.

Purna dijo, “Si la naturaleza iluminada no puede iluminar inherentemente, entonces no debería ser llamada la ‘naturaleza de la iluminación iluminada.’ “ La frase, por definición, significa que la naturaleza iluminada exhibe las funciones de iluminación intrínsecamente. En otras palabras, es precisamente porque la naturaleza iluminada es inherentemente capaz de iluminar, que puede también iluminar fenómenos objetivos, externos. Podemos utilizar como analogía la bombilla. La bombilla por sí misma es capaz de generar luz (iluminación), de manera que puede arrojar luz sobre nuestro entorno externo. ¿Pero es el entorno externo, sobre el que se ha arrojado luz, igual que la bombilla misma? No, por supuesto. La frase, “pensar que los objetos existen significa que no es la naturaleza iluminada”, significa que los fenómenos objetivos externos no son la naturaleza iluminada en sí misma. Los objetos que está, siendo iluminados no son la naturaleza en sí misma.

Si así fuera, ¿por qué la naturaleza iluminada se convierte en ignorancia lo que literalmente significa, “la falta de iluminación”? El punto central está en que nosotros creemos, falsamente, que la función de la iluminación se produce por la existencia de objetos externos. Realmente, cuando estamos ociosos, sin nada que hacer, nos sentimos aburridos y ansiosos. Existe la frase “girarse hacia el exterior para captar los fenómenos”. Esto significa que nuestras mentes están incesantemente impulsadas a iluminar o ocuparse de los objetos/fenómenos. Incluso cuando los objetos o fenómenos externos, dejan de estar ahí, todavía no nos damos cuenta de que es posible parar y volver a nuestra naturaleza iluminada inherente. 

Nuestra naturaleza iluminada es inherentemente capaz de iluminar. Pensar que es necesario iluminar los fenómenos externos para probar que somos capaces de realmente iluminar, es una comprensión equivocada. Nuestra naturaleza iluminada radiante no son los fenómenos que están siendo iluminados. Las cosas de las que nos ocupamos se llaman “objetos”. Por ejemplo, cuando iluminamos una forma física, es el objeto el que está siendo visto. Cuando nos ocupamos de un sonido-forma, es el objeto el que está siendo oído; siguiendo este patrón de interacciones, la naturaleza iluminada y los objetos que están siendo iluminados o tratados para convertirse en la dualidad sujeto y objeto.

Cuando pensamos erróneamente que es necesario ocuparse de un objeto, el sujeto y objeto de iluminación aparecen. De la misma manera, un pensamiento engañoso conduce a la aparición de las Tres Apariencias Sutiles, que son la apariencia de la Ignorancia, del Mundo Objetivo y del Perceptor Subjetivo. La Apariencia del Mundo Objetivo es el objeto de nuestra iluminación. La Apariencia del Perceptor Subjetivo es la función de la iluminación.

Se dan cuenta, siempre sentimos que, “soy capaz de pensar; soy capaz de ver”.  ¿No es así? Tomamos esta “habilidad” como el yo. Bajo esta comprensión equivocada, esta habilidad es una habilidad dualista, con la noción de sujeto y objeto. No es una habilidad que trasciende el modo dualista. Este error es muy sutil y la mayoría de los practicantes no pensarán en él como una vejación.

Como hemos dicho anteriormente, la noción “te veo” generalmente no es percibida como una vejación, ¿verdad?. Pero como han dicho los patriarcas, “Tan pronto como le has visto, tus ojos se han vuelto ciegos.” Esto es decir realmente que nuestra naturaleza iluminada se ha vuelto ciega, no los ojos. Esta vejación es demasiado sutil, hasta el punto que la usamos como la plataforma básica sobre la que “perfeccionamos” las Seis Apariencias Básicas. Las Seis Apariencias Básicas son: las marcas básicas de conocimiento discriminativo, de continuidad, de apego, de definición de nombres, de producción de karma y del sufrimiento producido por el karma; seis apariencias básicas en total. 

El Shurangama Sutra dice, “el falso pensamiento aparece basado en la verdad; cambia lo falso y vuelve a la verdad; todo lo que es falso es en realidad verdad.” ¿Cómo “aparece el falso pensamiento basado en la verdad?”, inicialmente no había diferencia entre nuestra mente real, nuestra habilidad para iluminar y los objetos de nuestra iluminación. En medio de esta no-diferenciación, aparece de repente la noción de un objeto que está siendo iluminado, después, aparece la noción de un sujeto que es capaz de iluminar. Entonces aparece la cuestión de si hay alguna diferencia entre el sujeto y el objeto de la iluminación. Inicialmente eran uno y el mismo. No obstante aparece la noción de un pensamiento anterior y un pensamiento posterior. Puede ser como la mano, primero formando un puño, después desenrollandola en una palma; la esencia de los dos es idéntica. Es simplemente la mano, pero cuando un pensamiento posterior es utilizado para iluminar el pensamiento anterior, entonces el pensamiento posterior se convierte en el sujeto y el pensamiento anterior se convierte en el objeto de la iluminación.

11a parte

¿Cómo aparecieron desde la mente las “tres apariencias sutiles y las seis apariencias básicas”? La Mente Verdadera tiene la capacidad de percibir y reconocer. En su origen, no hay distinción entre la mente verdadera y el sujeto y el objeto de esta capacidad de percepción y cognición. Pero, en este estado de “no-mismo y no-diferente” de repente aparece la sensación de que hay un objeto de percepción/cognición. Subsecuentemente, la noción de sujeto aparece también. En realidad, el sujeto y el objeto de percepción/cognición han sido siempre uno y el mismo. No son ni el mismo ni diferentes, pero el engaño aparece tan pronto como la noción de “pensamiento precedente” y “pensamiento posterior” aparecen. Es como si primero formo un puño con mi mano y después la abro para revelar la palma. Ambos, el puño y la palma son de la misma mano. No obstante, cuando percibimos nuestro primer pensamiento desde el punto aventajado de nuestro pensamiento posterior, entonces, inmediatamente el pensamiento posterior se convierte en el sujeto y el pensamiento precedente se convierte en el objeto. En esta precisa coyuntura, la sensación de distinción aparece desde lo que es intrínsecamente “no-mismo y no-diferente”. El sujeto y el objeto de percepción/cognición se vuelven diferentes y separados. Este pensamiento engañoso es lo que da lugar a las tres apariencias sutiles, que son: 1. la marca sutil del karma, activada por la ignorancia, 2. la marca sutil del mundo objetivo y 3. la marca sutil del perceptor subjetivo.

Entonces, entre todos los objetos percibidos, buscamos y establecemos similitudes entre diferencias. Basado en lo que hemos percibido, igualdad es visto como espacio, mientras las diferencias son como comprendidas como los diferentes fenómenos. Después establecemos la noción de “no-mismo y no-diferente”. Aquello que percibe y reconoce las similitudes y las diferencias de todos los fenómenos se llama “no-mismo y no-diferencia”. En otras palabras, los objetos de percepción y cognición son divididos en similares y diferentes, mientras esta capacidad para la percepción/cognición es “no-mismo y no-diferente”. Este “no-mismo y no-diferente” difiere del espacio vacío percibido, que no tiene la capacidad de percibir o reconocer. Es considerado una vacuidad estática. Por otra parte, mientras la Mente Verdadera también es vacía, es vacuidad verdadera y es capaz de percepción y cognición. Así pues, aquello que puede percibir y conocer (la Mente Verdadera) no pertenece ni a la categoría de igualdad ni a la de diferencia. Le le llama “no-mismo y no-diferente”.

La Mente Verdadera está intrínsecamente desprovista de características tales como similitudes y diferencias. No hay sujeto perceptor ni objeto percibido. Pero, al aparecer la visión dualista, la igualdad que es percibida/conocida es comprendida como espacio vacío, mientras todas las diferencias se convierten en “el mundo”. Mientras, aquello que es capaz de percepción/cognición es llamado “no-mismo y no-diferente”. Al continuar la mente funcionando de esta manera dualista, se crea una fatiga. Es una fatiga que es causada por aflicciones. El sujeto y el objeto interactúan continuamente el uno con el otro, resultando en una fatiga de la mente. También es llamado zhi-xiang en chino, “la aparición de la conciencia/conocimiento discriminadora”. Aquí, el carácter chino zhi no se refiere a sabiduría; sino a la conciencia discriminativa que encubre apegos especiíficos. A medida que el sujeto y el objeto interactúan sin fin el uno con el otro, poco a poco los fenómenos ilusorios físicos se manifiestan desde el espacio vacío.

Podemos trazar un paralelismo de este fenómeno con una experiencia de meditación habitual: si los ojos permanecen abiertos y observan el suelo, después de un rato el suelo parece que se mueve. Otro ejemplo: si permanecemos observando el cielo, después de un rato pueden empezar aparecer ilusiones. Esta es la llamada “flor ilusoria manifestándose en el espacio”. Todavía hay otro ejemplo: Intentad dibujar círculos en el espacio utilizando una barrita de incienso encendida. Realmente solo hay un punto de luz, pero después de un rato empezamos a percibir un círculo. Este ejemplo también ilustra la acción del mismo mecanismo.

Esta constante interacción entre el objeto y el sujeto perpetua la aflicción/fatiga. A demás empezamos a apegarnos a los fenómenos resultantes y empezamos a conceptualizar y dar nombres a los fenómenos, otra de las seis apariencias básicas.

Hemos utilizado ya muchas veces esta analogía: La “madre” manifestada en nuestra mente es percibida por nosotros como nuestra madre real. Confundimos la noción o imagen de madre en nuestra propia mente como el objeto real. Subsecuentemente, etiquetamos este fenómeno mental como la “madre real” y desarrollamos asociaciones positivas sobre ello. En realidad, ¿no estamos sencillamente interactuando con nosotros mismo todo el tiempo? Hemos hablado sobre esto cientos de veces, pero continuamos operando de esta manera equivocada, ¿no es verdad?. ¿Qué es aquello a lo que estamos tan apegados? Tratar algo falso como si fuera real es llamado “apego”. Este tipo de apego no es lo que las personas comúnmente asocian con el término, que es “apegarse a una persona específica, cosa, o fenómenos”. Aquí, apego significa tratar also falso como si fuera real.

A causa de esta interacción dualista, las vejaciones aparecen. Por eso el Maestro Sheng Yen dijo: “Las vejaciones deben ser erradicadas y volver a la mente.” También existe un dicho Chan: “Las vejaciones son Bodhi.” Estos fenómenos son todos funciones de la Mente Verdadera. En última instancia, no hay ni madre ni tú. Sólo estás tú que quieres creerlo así.

Como hemos dicho, los fenómenos percibidos y reconocidos por la mente son comprendidos como el mundo versus espacio. “No-mismo y no-diferente” se refiere a la mente que es capaz de percepción y cognición, mientras el espacio vacío aparece de la igualdad, el mundo (aparece) de las diferencias. Nosotros vemos esto como el yo. Esto es llamado “existencia condicionada fundamental”. Esto significa que nosotros creemos que hay un yo mientras que en realidad no lo hay. Este falso yo es condicional. Un fenómeno condicional es creado intencionadamente. Por otra parte, la existencia/fenómeno incondicional es la verdadera mente. El hecho de que seamos capaces de percibir y reconocer y consecuentemente generar comportamientos intencionales es llamado fenómenos condicionales. Existe un falso yo que está generando todos estos fenómenos y acciones. Pero “no-mismo y no-diferente” es en realidad el último y verdadero fenómeno condicional, porque la Mente Verdadera muestra la capacidad de manifestar fenómenos ilusorios. Pero cuando creemos erróneamente en esta capacidad como el yo, desde este momento en adelante, el karma y el sufrimiento son creados y perpetuados.

“Las tres apariencias sutiles y las seis básicas” aparecen en primer lugar, seguidas por el mundo, los seres vivos y el karma. Estos continúan y se perpetúan. Si no interactuamos con los fenómenos una vez que se hayan manifestado originalmente, entonces el mundo y nosotros desapareceríamos. Así pues, ¿por qué continúa existiendo el mundo? Porque estamos interactuando con estos fenómenos de manera constante e incesantemente. Por otra parte, a través de la meditación podemos tener la experiencia de “el suelo cace y el espacio vacío se rompe”. En esta coyuntura, el mundo cesará de existir y su perpetuación parará.

Decimos que existe nacimiento, vejez, enfermedad y muerte en la vida de los seres humanos. Como para el mundo natural, existen los fenómenos del porvenir, existencia, decadencia y desintegración en el espacio. Si este espacio no vuelve a la Mente Verdadera (como debería), entonces es considerado espacio vacío (vacuidad estática). En otras palabras, este mundo es creado por nuestra mente. El Shurangama Sutra trata precisamente esto: que en la mente verdadera no hay espacio, mundo, seres vivos, ni karma. Pero entonces, ¿cómo se manifiestan la mente dual (sujeto y objeto), el espacio, el mundo, los seres vivos y el karma? Esto es precisamente la Gran Pregunta y es correctamente así.

Nuestros pensamientos son todos creados por nosotros mismos. Subsecuentemente, interactuamos continuamente con estos pensamientos. ¿No es verdad que escogemos selectivamente nuestros recuerdos? ¿Y después interactuamos con estos recuerdos y los tratamos como reales? Consecuentemente, los pensamientos son perpetuados y no decrecen o cesan. 

Cuando las personas experimentan algo realmente doloroso, difícil o pesado, normalmente no saben como tratar con estas experiencias, así que tienden a escoger no pensar sobre ellas. Si no rememoramos estos recuerdos, de forma natural no habrán más interacciones con ellos y los recuerdos se desvanecerán. Este es el método que adopta la gente mayoritariamente. Cuanto más interactuamos con los recuerdo problemáticos, más se sitúan en la superficie de nuestra conciencia.

Una vez empezamos a estudiar el Budadharma, aprendemos a aceptar estos recuerdos cambiando nuestra actitud hacia ellos. Sufrimos porque no deseamos aceptarlos. Una vez aceptamos las experiencias dolorosas, el dolor menguará. Un nivel aún superior de tratar con ello va más allá de la aceptación o no-aceptación de los recuerdos. Es realizando que son meramente recuerdos. Hemos tratado de forma equivocada los recuerdos como el “yo” real. Pensamos erróneamente que son reales. Para acabar con el sufrimiento y el dolor de manera más fundamental es ver a través de los recuerdos como meras ilusiones generadas desde la mente. Los recuerdos no son reales, solo son fenómenos.

Una vez que hemos establecido esta comprensión, podemos realmente “ver los cinco skandhas como vacíos y trascender todo sufrimiento”.

12a parte

La Continuidad de los Seres Vivos

En primer lugar aparecen “Las tres apariencias sutiles y las seis apariencia básicas”. El “yo” también viene a la existencia. “Yo” es lo mismo que seres vivos. Entonces, ¿cómo se perpetúan el yo y el mundo?.

El mundo se perpetúa porque la mente interactúa con los fenómenos ilusorios y no-existentes, formando así la tierra, el agua, el fuego y el aire. La perpetuación de los seres vivos tiene lugar a través del proceso de la reencarnación.

En principio, después de que los fenómenos aparecen, estos cesan de existir mientras no continuemos interactuando con ellos. El mundo desaparecerá y nosotros también. Ahora bien, ¿por qué continúa existiendo y perpetuándose nuestro mundo actual? La razón es porque estamos contínuamente e incesantemente interactuando con el mundo. Por otra parte, si practicamos la meditación Chan, y a través de la práctica alcanzamos el estado de “la tierra se cae y el espacio se rompe”, entonces este mundo no continuará.

Intentemos explicar primero cómo los seres vivos se perpetúan. Es a causa de un pensamiento inconsciente. Con este pensamiento engañoso la ignorancia aparece. Un pensamiento inconsciente da lugar a la ilusión. Anteriormente hablamos sobre la noción de “iluminación iluminada”, donde la mente cree que debe haber un objeto para ser iluminado. A causa de este pensamiento engañoso, perdemos la capacidad de percibir las cosas sin depender de los ojos, los oídos y la nariz. A causa de este pensamiento engañoso, después de la reencarnación, nuestros ojos sólo puede ver, pero no oír y nuestros oídos sólo puede oír, pero no ver.

¿Habéis oído que hay niños que son entrenados a leer con su mandos? De hecho, la mente muestra la capacidad de percibir todos los fenómenos sin la necesidad de depender de los ojos, de los oídos, ni del cuerpo. Entrenarse a leer a través de las manos es sencillamente recuperar esta capacidad.

Este pasaje está diciendo que, cuando el cuerpo del estadio intermedio (antarābhava) está en el proceso de renacimiento, primero ve una luz con la que tiene afinidad. La luz se manifiesta por la propia conciencia, ya que tenemos este impulso de iluminar un objeto. Así pues, la luz aparece. Cuando se ve esta luz y se emite un juicio, los pensamientos y la diferenciación aparecen consecuentemente. En otras palabras, cuando estamos en el estadio intermedio, vemos a nuestros padres efectuando la relación. Si preferimos el padre, entonces desfavorecemos la madre y viceversa. 

Aquell@s que favorecen al padre se volverán mujeres. L@s que prefieren a la madre se volverán hombres. Una vez que el género está determinado se entra en el útero y se posee el cuerpo de la madre. Cuando le explico a la gente que todos hemos experimentado poseer el cuerpo de otra persona por más de un año, todos están en desacuerdo conmigo.

Una vez, el Maestro Chan Huang Bo estaba sentado en meditación en la Sala Chan. Repentinamente dio un grito muy alto. Su asistente corrió hacia él y le preguntó, “¿Qué ocurre?”. El Maestro Huang Bo dijo, “¡Ve hacia la Sala Nirvana! ¡Corre!”. La Sala Nirvana es el equivalente al hospicio moderno y era donde todos los monjes son enviados cuando están muy enfermos. El Maestro Huang Bo ordenó a su asistente comprobar si un monje enfermo había muerto. Simultáneamente, el monje encargado de la Sala de Nirvana fue corriendo a la Sala Chan con información. Los dos corrieron el uno hacia el otro. El monje encargado informó que primero vio que el monje enfermo había muerto. Pero cuando comprobó una vez más, vio que había vuelto a vivir y ya no estaba muerto. El asistente dijo, “Vamos a echar otra ojeada a la Sala Nirvana.” Los dos le preguntaron al monje enfermo qué había ocurrido. El monje enfermo dijo: ”Soñé que caminaba por una calle y de repente sentí mucha sed, así que empecé a buscar alrededor a alguien a quien pudiera pedirle un vaso de agua. Ocurrió que había una casa de dos pisos en la calle. Así pues entré. Había una mujer con un vestido azul en el interior. Le pedí un poco de agua y ella me la dió. Estaba bebiéndome el agua cuando de repente apareció un anciano. El anciano gritó ‘¡Ha!’, solo esto. Me sobresalté y me desmayé.” En realidad, en lugar de desmayarse, se asustó y no estaba muerto. El Maestro Chan Huang Bo explicó que el agua que estaba bebiendo el monje enfermo es la llamada “La Poción del Olvido de la Señora Meng”8. Si el monje enfermo hubiera bebido la poción, se hubiera reencarnado como un cerdo.

¿Se dan cuenta de esto?: ¿no es la escena que tuvo lugar en la mente del monje enfermo solamente un producto de su imaginación? Soñó que caminaba por una calle. ¿No fue el sueño generado por el monje mismo? Pero entonces, él trató el sueño como algo tan real como para interactuar con el sueño, dando lugar a otro sueño, que fue reencarnarse.

Tratar los sueños como reales es llamado “discriminación engañosa”. Querer esto y no querer aquello, amor y odio, es llamado “percepción/conceptualización”. Estos son dos juegos de fuerzas: La primera se aferra al cuerpo como “yo” y trata los sueños como reales; la segunda crea discriminación y hace elecciones, queriendo esto y aquello. Resumiendo, nunca ha existido la noción dualista de sujeto y objeto. Una vez que aparece la mentalidad dualista, tratamos los fenómenos percibidos como reales y nos relacionamos con ellos como cosas externas a la mente. A esto se le llama “discriminación engañosa”. Entonces, a través de la interacción continuada con los fenómenos/objetos continuamos haciendo diferenciaciones y discriminaciones, aceptando y rechazando. A esto se le llama “percepción/conceptualización”. Estas son las dos fuerzas detrás de la continuación de nuestra existencia, de forma que podemos continuar viviendo.

Discriminación engañosa es equivalente a “el alimento desde la conciencia”. ¿Habéis oído “los cuatro tipos de alimento”? Estos son: 1) alimento desde la consciencia, 2) alimento a través del pensamiento, 3) alimento sensorial y 4) alimento secuencial. La discriminación engañosa es considerada el alimento desde la conciencia. La percepción/conceptualización corresponde mayoritariamente al alimento a través del pensamiento. Consciencia significa que estamos utilizando la función de la mente dualista y tratamos los objetos percibidos de nuestra conciencia como reales. Después continuamos queriendo interactuar con los objetos de nuestra cognición de forma incesante. A esto se le llama alimento desde la consciencia. Nos apoyamos en esto para perpetuar nuestra existencia. Alimento sequencial se refiere a la necesidad de consumir comida física a menudo. El alimento sensorial se obtiene a través de los seis órganos de los sentidos, donde los ojos quieren “comer” cosas bonitas; los oídos necesitan oír sonidos agradables, etc. El alimento a través del pensamiento se refiere a los deseos: Quiero esto y aquello. El alimento desde la consciencia significa que hay un sujeto y objeto dualista. Existe un “yo” que desea, lo cual significa que hemos tomado el “yo” como real, tomando el entorno como real y entonce deseando vivir sin límite. La función cognitiva que opera bajo este modo dualista se llama alimento desde la consciencia.

Existe un dicho, “la apariciòn de la discriminación elimina la sabiduría”. La aparición de la discriminación significa que hay un sujeto y un objeto. Cuando la sabiduría crea el sujeto y el objeto, se le llama consciencia o discriminación. Tan pronto como aparece la discriminación, la sabiduría iluminada desaparece. Recordad que hemos dicho antes: Tan pronto como “me ves”, nuestro ojo-sabiduría se ha convertido en ciego. ¿No es así?

13a parte

La Perpetuación del Mundo

Hemos hablado sobre como los seres vivos son perpetuados. Ahora pasaremos a discutir como el mundo es perpetuado y como la tierra, el agua, el fuego y el viento llegan a la existencia. Lo primero es el disco del viento. “Una vez que una luz de comprensión es añadida a la iluminación, la oscuridad del primer elemento espacio aparece …”.  En el origen, la iluminación-conciencia no funciona con el dualismo del sujeto y el objeto. Pero una vez que la oposición dualista aparece, se convierte en la llamada “una luz de comprensión es añadida a la iluminación”. Como opuesto a la conciencia iluminada está el espacio, que está caracterizado por la confusión y la oscuridad. Estos dos, la comprensión subjetiva y el espacio oscuro objetivo, continúan interactuando mutuamente, dando lugar así al disco del viento.

La rotación de la tierra es apoyada por el disco del viento. Fuera del cuerpo, el disco del viento se manifiesta como viento; dentro del cuerpo, es la respiración. La respiración y el movimiento físico son iniciados por el viento. Todas nuestras acciones son iniciadas por la mente iluminada y aferrándose a una forma en particular, la cual también incluye el acto de respirar. La respiración es un intermediario entre el cuerpo físico y la mente. Es de ambos, del cuerpo físico y de la mente. Así pues, cuando experimentamos la respiración finalmente, también experimentamos la mente. Esta relación de mente y cuerpo también abarca los fenómenos ya discutidos, el movimiento del chi en el cuerpo. Cuando utilizamos la mente para asistirlo, el chi es convocado. En el momento en el que focalizamos la mente, el chi empieza a reunirse. Así pues, cuando la gente practica qigong, en realidad utilizan su mente para practicarlo. Chi es un fenómeno practicado/cultivado; no se mueve por sí mismo. El Chi por sí mismo no es capaz de cognición, ni de conciencia.

Después del elemento viento, viene “la solidez”, la cual pertenece al elemento tierra. En el sutra, el elemento tierra incluye hierbas, árboles y montañas. La “solidez” se refiere a la característica de dureza, cualquier cosa que bloquea u obstaculiza. “En reacción al trastorno mental generado por la interacción de la oscuridad del espacio mental y de la comprensión que ha sido añadida, aparece un firme apego a esta comprensión y este firme apego se caracteriza como solidez. Esta solidez es el disco de vajra, el cual es la esencia del elemento primario tierra. Así es, como desde el firme apego a la luz de la comprensión añadida, el disco de vajra, que mantiene el mundo unido, viene a la existencia”9. El disco vajra es “un firme apego a la comprensión añadida y este firme apego se caracteriza como solidez”. En otras palabras, la mente interactúa con el espacio mental oscuro, creando obstrucciones.

Durante la meditación a la luz de la luna, visualizamos la luna y consecuentemente la luna se manifiesta. No obstante, en cuanto aparecen los pensamientos erráticos, la luna desaparece. Cuando empezamos a practicar la meditación de la luz de la luna, la luna puede ser a veces grande y a veces pequeña. Pero, si somos capaces de mantener la imagen de la luna pensamiento tras pensamiento, al final una luna estable se manifestará y se convertirá en una obstrucción. Esto también significa, que a través de visualizaciones, podemos hacer aparecer la luna. 

Cuando de forma repetida y continua nos ocupamos de un fenómeno en particular, percibimos que el fenómeno realmente existe, creando así obstrucciones. El “firme apego a esta comprensión” es interpretado aquí como una palabra operativa, refiriéndonos a repetidamente ocupándose de un objeto de iluminación y consecuentemente creando obstrucciones. Ya que hemos iluminado y experimentado incesantemente los objetos de nuestra iluminación, estos se vuelven firmes y sólidos. Como resultado, la “solidez” aparece. No obstante, para los seres espirituales/fantasmas y las personas con poderes espirituales, los objetos iluminados no son obstáculos. Esto es debido a que sus poderes espirituales pueden transmutar las propiedades físicas. En otras palabras, todos los objetos sólidos que vemos son el resultado directo de nuestra mente iluminándolos incesantemente. Así es como aparecen esos objetos sólidos. Si somos capaces de estabilizar nuestra mente hasta un cierto nivel, seremos capaces de transformar realmente el reino físico. Por ejemplo, algunas personas son capaces de doblar y romper una cuchara metálica utilizando su mente. Esto ilustra que todos los fenómenos físicos que vemos son en realidad creaciones de la mente. 

Después del elemento tierra está el elemento fuego. “Así pues el disco de vajra es generado por el firme apego a la comprensión añadida y el disco de viento es generado por la alteración que aparece por la interacción de los dos complementos, la luz de la comprensión añadida y la oscuridad del espacio mental. De la fricción entre el disco de aire y el disco de vajra aparece la luz del disco de fuego, que se caracteriza por la posibilidad de cambiar.”10 La mente que es capaz de conciencia y cognición interactúa con el espacio contínuamente y así el viento es creado. Después de esto, el viento interactúa con los objetos sólidos, creando fricción y dando lugar a la luz del fuego. El fuego es capaz de transformar miriadas de fenómenos en formas diferentes. Por ejemplo, el fuego es capaz de convertir el papel en cenizas. Hay una historia sobre un discípulo del Maestro Hsu Yun, el practicante Juxing. Este alumno era muy diligente con su método de recitación del nombre de Buda. Un día, la gente lo vió sentado en una parcela de vegetales en el jardín, llevando un pez de madera y que parecía que iba recitando el nombre de Buda. Pero, cuando la gente se acercó, se dieron cuenta que en realidad había generado un fuego interior y había convertido todo su cuerpo en cenizas. Lo único que había quedado era su hábito. Esta es una ilustración de que nuestros cuerpos son originalmente una manifestación de nuestra propia mente. Así pues, podemos utilizar también nuestra mente para convertir nuestro cuerpo físico en cenizas. El practicante Juxing había alcanzado el estado de Arat. El fuego que generó alcanzó hasta el cielo, mientras entró en el nirvana y se reencarnó en la Tierra Pura del Oeste. De hecho, muchos Arats, cuando están a punto de morir, utilizan sus mentes para entrar en el fuego del samadhi, generando fuego que alcanza hasta el cielo. Todos sus cuerpos se transforman en el verdadero fuego del samadhi hasta que se agotan y se convierten en cenizas mientras entran en el Nirvana.

Después del elemento fuego está el elemento agua. “La humedad aparece del brillo del disco de vajra y se convierte en vapor en presencia del fuego. Así pues, el disco de agua llega a la existencia y abarca los mundos en las diez direcciones”9. La esencia de la solidez puede generar humedad. Los cinco metales y similares se convierten el líquido cuando se encuentran con el calor. El elemento fuego sube hacia arriba, vaporizando el disco de vajra y convirtiéndolo en líquido. Así pues, todo tipo de líquido en el mundo es el resultado del vapor y la condensación, formando ciclos de humedad sin fin. Después de una acumulación prolongada, el disco de agua es formado. En los “Veinticinco Medios de Iluminación” (Capítulo cinco del Shurangama Sutra) Candraprabha (Pura Juventud de la Luz de la Luna) utilizó el elemento de agua como su método de cultivo. Convirtió su cuerpo en agua. Cuando contemplaba el agua atentamente, el agua se manifestaba. Basado en esta lógica, todos los fenómenos son manifestados por nuestra naturaleza iluminada. “Mientras el fuego dirige sus llamas hacia arriba y el agua desciende, su interacción produce solidez. A partir del elemento primario agua, los océanos vienen a la existencia, mientras los continentes y las islas aparecen a partir del elemento primario tierra.”9 Agua, fuego y vajra interactúan mutuamente, dando lugar a la tierra. El fenómeno de la humedad se convierte en océanos, mientras el elemento tierra se convierte en continentes e islas.

Se dice que este es el origen del concepto de los cinco elementos. Los cinco elementos son: metal, madera, agua, fuego y tierra. Aquí, nuestro foco está en la interacción entre estos elementos y la mente. La mente primero da lugar al sujeto-objeto, después su interacción cruzada crea los elementos tierra, agua, fuego y viento y después da lugar a la miríada de fenómenos.

Los seres humanos pasan por el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, mientras el mundo insensible pasa a través de formación, existencia, degradación y vacío. Incluso si somos incapaces de volver todavía a la mente verdadera inmediatamente, podemos al menos aspirar volver al espacio mental. En otras palabras, este mundo es una manifestación de nuestra mente. La mente crea el mundo y entonces nos apegamos a este mundo. Consecuentemente, el mundo pasa por ciclos de formación, existencia, degradación y vacío.

¿Cuando el mundo se desintegra, significa que nosotros nos iluminamos? No exactamente. Nos trasladamos a otro lugar. Así, si nuestro mundo desaparece, ¿todavía tendremos un lugar donde vivir? Sencillamente nos trasladamos a otro planeta. Seguramente habéis oído a la gente hablar de cómo nuestro mundo está llegando a su fin, ¿verdad?. No hay razón para preocuparse. Cuando este planeta desaparezca nos iremos a otro lugar. Si nuestra vida en este mundo no ha tenido un camino fácil, tal vez sea mejor una vez que nos traslademos a otro mundo. Desde esta perspectiva, sí, el mundo pasa por los ciclos de formación, existencia, degradación y vacío, mientras nuestro karma nos llevará al entorno correspondiente.

Tal vez nunca hubiéramos tenido la oportunidad de viajar a través del universo en esta vida, pero tal vez la destrucción de la tierra nos proporcionaría la oportunidad perfecta para tal viaje.

Los Estados Unido han necesitado ocho, o nueve años de investigación y ahora es posible llegar a marte. ¿Sabéis que, en realidad, no necesitamos gastar tanto dinero y podemos llegar a marte en cuestión de segundos? Pero cuando vayáis, no podréis llevar nada con vosotros excepto vuestro karma, así que debéis empezar a acumular karma positivo. Aunque todo lo que podéis llevar es vuestro karma pasado, una vez habéis decidido embarcaros en un viaje intergaláctico, podéis transportaros en el tiempo que dura un pensamiento. Si habéis acumulado buen karma, cuando lleguéis a vuestro destino, ocurrirán resultados positivos de forma natural. 

¿Es nuestra llegada al mundo el resultado de nuestra mente? ¿Utilizamos la mente cuando comemos? ¿Utilizamos la mente para practicar meditación? ¿Utilizamos la mente para vestirnos? ¿Creéis que todo lo que hacemos y poseemos es la manifestación de nuestra mente? ¡Sí! Además, ¿utilizamos nuestra mente para interactuar con el mundo exterior, el cual, superficialmente parece ser independiente del poder de la mente? En realidad todos los fenómenos son interacciones entre los objetos de la mente iluminadora. El mundo exterior puede parecer ser independiente de la mente, pero la realidad es, que el mundo exterior es realmente creado por la mente. Tomemos por ejemplo las partículas subatómicas. Se ha dicho que estas partículas son un tipo de vibración; que no son objetos sólidos. La vibración es precisamente el movimiento contínuo de nuestra mente entre el sujeto y el objeto, creando energía cinética y este mundo ilusorio. La raíz de todo esto son los pensamientos, que es la mente.

El Shurangama Sutra explica que, en el orígen, no había espacio, ni mundo, ni seres vivos y no habían consecuencias kármicas. La aparición del sujeto-objeto llevó a la manifestación del espacio, del mundo, de los seres vivos y de las consecuencias kármicas. Este es el problema central, esto es todo. 

Los pensamientos que estamos creando en este momento no son otra cosa que nuestra propia creación. Después de todo, interactuamos con estos pensamientos ininterrumpidamente. ¿No es verdad que seleccionamos memorias y después  interactuamos con ellas? Consecuentemente, los pensamientos continuarán perpetuándose y no menguarán.

La mayoría de la gente no son muy partidarios de tratar con experiencias difíciles o dolorosas. Recurren a no pensar sobre estas experiencias. Parar de pensar en ellas significa que no habrá más interacción con esos pensamientos. Gradualmente las memorias se desvanecerán y serán olvidadas. Así es como la mayoría de las personas tratan con experiencias y recuerdos indeseables, lo cual significa no interactuar con los pensamientos. Cuanto más creemos e interactuemos con pensamientos desagradables, más frecuentemente reaparecerán.

Una vez que hemos empezado a practicar el Budadharma, nuestro enfoque debe convertirse en el de aceptación. Debemos aceptar o cambiar nuestra actitud. Una vez que aceptamos nuestras experiencias dolorosas, el dolor que éstas producen, mengua. La mayor parte del dolor es debido a la negación de aceptarlo. En realidad, existe un plano cada vez mayor de pensamiento más allá de la aceptación o no-aceptación de nuestro dolor. Es reconocer que son simplemente recuerdos. Sufrimos porque hemos tomado nuestros recuerdos como el “yo”. Los hemos tomado como reales.

La manera más fundamental de resolver el sufrimiento es ver a través de la naturaleza ilusoria de los fenómenos manifestados desde la mente. Son todos debidos al funcionamiento del sujeto-objeto. Los recuerdos no son reales; son meros fenómenos. Una vez que comprendemos esto, seremos capaces de trascender todo sufrimiento y ver que los cinco agregados son vacíos.

14a parte

El Karma es Auto-Perpetuante 

El Karma es contínuo y auto-perpetuante a causa de la matanza, del robo y de la conducta sexual incorrecta. La fuente de la matanza, del robo y de la promiscuidad sexual es la noción de sujeto y objeto. Existe un “yo”, que es capaz de matar y existe también un objeto que es matado. Tal vez hayamos sidos inconscientes de la noción de sujeto y objeto, o que no lo hayamos entendido realmente, o aún no sepamos cómo actuar sin el objeto-sujeto y como resultado, tenemos que empezar en primer lugar hablando al nivel  “no-matar”, “no-robar” y “no mantener conductas sexuales inadecuadas”. Entonces, tal vez, podremos volver a intentar trascender el sujeto-objeto. Una vez que hemos trascendido el sujeto y el objeto, entonces alcanzamos el estado “no-sustancialidad de los tres aspectos de la acción”, que no hay objeto, ni yo, ni acción. Cuando no hay objeto, los preceptos de no-matar, no-robar y no mantener conductas sexuales incorrectas pueden ser implementados.

A causa de la noción de sujeto y objeto, nos apegamos a las cosas/fenómenos favorables. Aplicado a personas, se convierte en una forma de deseo sexual. Dirigido hacia personas que nos desagradan, toma la forma de enfado. Una vez que se ha escalado en el enfado hasta el extremo, desearíamos que esa persona desapareciera del mundo. Esto se convierte en matar. Si deseamos controlar las posesiones de otras personas, podemos sencillamente cogerlas y eso es robar. La misma lógica se aplica a la mentira. Percibimos que hay un “Yo” que ha cometido una mala acción y al intentar encubrir este hecho reprensible, mentimos a otros.

Hablando en general, “el deseo sexual” tal como se manifiesta en el karma-conciencia se llama “pensamiento sexual”. Manifestado a través del karma-cuerpo, es una “acto sexual”. Existe al principio un pensamiento o movimiento del deseo antes del acto. Para que aparezca el pensamiento de promiscuidad sexual, tenemos que antes desearlo o desear estar junto a la persona. Para esto, debemos confundir la imagen de esta persona en nuestra mente por una persona real. La imagen en nuestra mente de hecho no es la persona real, pero insistimos en verla como una persona real. Como consecuencia, el pensamiento sexual es proyectado sobre la persona física, convirtiéndolo en un acto sexual.

El problema fundamental el el llamado “ignorancia” o “confusión”. Tener el concepto de sujeto-y-objeto es precisamente esta confusión. A causa de esta confusión, tratamos la imagen de esto y aquello en nuestra mente como real. Consecuentemente, desarrollamos los pensamientos de gustarnos esta persona y de iniciar actos sexuales con ella. Por eso decimos, en primer lugar existe la ignorancia, después aparece el mundo, los seres vivos y los efectos kármicos.

Había un vez un Arath que soñó por la noche que se embarcaba0 en una actividad sexual con una prostituta. Cuando despertó del sueño se dió cuenta que no había ido al burdel, ni la prostituta había venido a su cama y aún así él había experimentado el placer del acto sexual. Finalmente, cuando preguntó “¿Con quién he tenido relaciones sexuales?”, se dió cuenta, “¡Con mi pensamiento anterior!” y que todo es ilusorio y vacío.

Es más fácil entender por qué necesitamos cortar con el sujeto-y-objeto analizando nuestros pensamientos. En otras palabras, tenemos que cortar con nuestros apegos. Para empezar, nunca ha habido una persona real; sólamente una forma ilusoria creada por nuestro pensamiento anterior. Después, el pensamiento actual lo trata como una persona real. Es nuestro pensamiento presente aferrándose al pensamiento anterior, pero equivocadamente pensamos que estamos interactuando con una persona real. Una vez que aparece el sujeto-y-objeto, aparece un “Yo” que es consciente y un objeto de esta conciencia. Operando sobre esta base dualista, no reconocemos que el objeto de nuestra conciencia es meramente un sueño en nuestra propia mente. Entablar una actividad sexual con otra persona es en realidad nuestro propio pensamiento posterior y nuestro pensamiento anterior embarcados en este acto sexual.

Cuando esta conducta incorrecta se manifiesta por la noche, es un sueño. ¡Pero durante el día también es lo mismo! Cuando los amantes se llaman por teléfono y se preguntan, “¿Oh, me has echado en falta?” “¡Por supuesto! ¡Te he echado en falta!” El chico cree que ha echado en falta la chica. En realidad, la persona a la cual cree haber echado en falta ni siquiera es una persona real, pero él cree que sí lo es, ¿verdad?. Un practicante una vez me dijo que la primera vez que una chica rompió con él fue después de que hubieran estado juntos varios años. Después, llegó a la conclusión de que, en realidad, nunca había estado enamorado de esa persona. Había estado enamorado de una persona idealizada en su propia mente. Así que en realidad no le había roto el corazón; solamente había estado enamorado equivocadamente. Bien, este practicante todavía no podía comprender el “no-yo”. Después de todo, ni siquiera había amado a una persona, había amado su pensamiento anterior. ¿No es así?

No es una persona real. Es solamente nuestro pensamiento anterior. Y aún así, cada vez que pensamos en ella, este pensamiento aparecerá. Cuanto más pensemos en esta persona, tanto más frecuentemente emergerá este pensamiento. Por lo general, cuando pensamos en una persona, no es solamente la imagen de esta persona que aparece, éste está conectada con todo tipo de sentimientos. “Los doce eslabones de la aparición interdependiente” establece “contacto, sensación, deseo, apego y devenir”. Cuando pensemos en ella, creamos sentimientos físicos y psicológicos. Estos sentimientos conducen a más pensamientos. Es interactivo, así que cuando reconocemos, “Oh, es solo una imagen”, todavía es bastante inútil. Para cuando reconocemos que es una imágen, nuestro cuerpo ya ha pasado por un montón de sensaciones y cambios. 

Así pues, si tenemos todos estos diferentes pensamientos, entonces deberíamos ir más allá del tratamiento con esas imágenes y ver a través del hecho de que son sencillamentes imágenes. Además debemos haber la habilidad de ver a través del hecho de que las varias sensaciones y sentimientos que tenemos son ilusorios y falsos. Son también meramente pensamientos. Aunque pasemos por todo tipo de sentimientos, no debemos ni favorecer, ni rechazar ninguno de ellos.

Acabamos de hablar de conducta sexual incorrecta y ahora hablaremos de matar. El sutra habla sobre animales que matan otros animales para sobrevivir. La raíz de ello es codicia. Los animales se aferran al deseo de sobrevivir para continuar viviendo, así que matan y comen a otros animales. Es lo mismo que los seres humanos. ¿No está el acto de comer basado en el deseo de vivir? ¿No es nuestra matanza de pollos y patos debido a la codicia o al deseo? Solo una de las razones para nuestras matanzas es causada por la supervivencia. Otra causa es símplemente por el sabor.

A continuación, hablemos del robo. El sutra discute esto desde la perspectiva de los animales. La gente come cordero. Los corderos mueren y se convierten en humanos, mientras que las personas que comen corderos se convierten en ovejas. A esto se llama causa y efecto y retribución kármica. Nosotros matamos animales. ¿Quieren estos animales ser matados por nosotros? Naturalmente, es contra su voluntad. Así pues, esto es robar. Es algo que cogemos sin el consentimiento de ese ser. Cuando matamos un animal, simultáneamente cometemos un robo. Aunque el animal haya sido comprado por nosotros, aún así sigue siendo un robo.

Pregunta: Las personas desde 1980 y 1990 tiende a comer cerdo, vaca, cordero y pollo como una dieta corriente. ¿Significa esto que se convertirán en animales en su próxima veda?

Abat: Por ejemplo, cuando alguien coje nuestras cosas sin nuestro consentimiento, ¿deseáis recuperarlas?. ¡Por supuesto! Así pues, si tu me comes sin mi consentimiento, en nuestras próximas vidas yo haré lo propio y te comeré. Para escapar a este ciclo, si alguien ha robado nuestra vida, lo mejor es, dejarlo estar. De otra forma, si intentamos robarles otra vez, matando a esa persona, la próxima vez, esta persona intentará robarnos otra vez. Esto lo enreda todo, sin saber quién o qué inició este calvario. Acabaríamos robándonos unos a otros, una y otra vez, en un ciclo interminable. 

En el sutra, se dice que inicialmente, había un pensamiento que se aferró a la “iluminación”. Lo que esto significa es, que este primer pensamiento se aferró al objeto de la iluminación. No había sujeto y objeto originalmente, pero embarcándose falsamente en iluminación y objeto, aparecieron objeto y sujeto y desde este punto en adelante siempre habrá un objeto de iluminación en todo momento.

Así pues, para evitar cometer matanzas, robo o conducta sexual incorrecta, debemos parar el deseo de iluminar. Por ejemplo, cuando nos sentimos aburridos, debemos preocuparnos por el estado de sentirnos bien, en lugar de buscar algo que nos entretenga. Independientemente de qué karma hemos cometido, matar, robar o conducta sexual incorrecta, primero debe existir el sujeto y objeto de iluminación. El sujeto y este objeto de iluminación se llaman “ilusión” o “ignorancia” (“no-iluminación”).

Por ejemplo, un mosquito nos pica sin nuestro consentimiento. Nosotros lo matamos. ¿Hemos obtenido la aprobación del mosquito antes de matarlo? No solamente hemos roto el precepto de (no-) matar, también hemos violado el precepto de (no-) robar. El mosquito puede haber chupado un poco de nuestra sangre, pero él no nos ha tomado tanto. Pero nosotros lo hemos matado. Después, él volverá a robarnos nuestra vida. Cuando decimos que hemos matado al mosquito, ¿ha sido matado realmente por nosotros?. Si ha sido matado realmente por nosotros, entonces no volverá para reclamar la deuda. Siguiendo este razonamiento, sabemos que es el cuerpo del mosquito el que ha sido dañado por nosotros, lo mismo que el coche que hemos robado. ¿No es así?


Este artículo se publicó originalmente en inglés en los siguientes números de la revista Chan Magazine


  1.  El Shurangama Sutra dice: “Un punto de luz se ve aparecer. Cuando la luz se ve claramente, los pensamientos engañosos aparecen, de dos formas, odio como respuesta a puntos de vista incompatibles y amor como respuesta a formas de pensamientos compatibles. El pensamiento de amor fluye hacia el huevo fertilizado, el cual es entonces conducido hasta el útero. De esta manera, la relación de los padres conduce a la atracción de un ser con quien ellos comparten un karma común. Debido a estas causas y condiciones, el feto se desarrolla, pasando a través del estadio kalala, del estadio arbuda y de los estadios que siguen. El nacimiento de un útero, de un huevo, de la humedad y via metamorfosis ocurren como respuesta a estas circunstancias: nacimiento de un huevo aparece de una actividad mental; nacimiento de un útero ocurre a causa de una emoción; nacimiento a través de la humedad ocurre a través de la unión y nacimiento vía metamorfosis se lleva a cabo a través de separación.” (The Shurangama Sutra, traducción inglesa por The Buddhist Text Translation Society, 2009, 147–148.) ↩︎
  2. 2:52-2:54 El Shurangama Sutra traducido por Buddhist Text Translation Society ↩︎
  3.  2:55 El Shurangama Sutra traducido por Buddhist Text Translation Society ↩︎
  4.  Cuando la conciencia del hombre volvió y estaba buscando su cuerpo, el maestro de este hombre (Sabiendo que el hombre estaba muy apegado a su cuerpo) intentaba ayudarle. El maestro le dijo: “Tu cuerpo está en el agua.” Pero él no pudo encontrar su cuerpo cuando entró en el agua. El maestro dijo: “Tu cuerpo está en el fuego.” Pero él no pudo encontrar su cuerpo en el fuego. El maestro dijo entonces: “No, tu cuerpo está en las rocas.” Pero el resultado fué el mismo. No pudo encontrar su cuerpo en las rocas. Así que su maestro le dijo: “No puedes entrar en el agua, en el fuego, o en la piedra si tienes un cuerpo. Ahora puedes entrar en el agua, en el fuego y en la piedra sin obstrucción. ¿Para qué necesitas un cuerpo? Esta historia fue contada por el Maestro (Maestro Sheng Yen), no sé su origen, pero hay una historia similar. Había un famoso maestro Chan llamado el Viejo Maestro Guang-qin (1893-1985). Una vez estuvo en samadhi durante tres meses. Como no respiraba y no se movía, la gente pensaba que había muerto, pero cuando su maestro, el Gran Maestro Hong-yi hizo sonar el carillón al lado de su oreja, el Maestro Guang-qin despertó. De no ser así, hubiera sido incinerado cuando estaba en profundo samadhi y buscando su cuerpo. ↩︎
  5.  En el Shurangama Sutra Buda explica como son percibidas las cosas desde 5 diferentes niveles de visión: El ojo físico ordinario de los seres sintientes, el ojo divino, el ojo de sabiduría, el ojo del Dharma y el ojo de Buda. Con el ojo Divino se pueden ver cosas muy pequeñas como células de un organismo o algo muy lejano como una estrella o la luna, tan claramente como si lo tuviéramos en la mano. Una vez Sariputra rechazó beber agua durante tres días porque vió miles de gérmenes con el ojo divino de manera que Buda le dijo cuando bebas agua debes usar el ojo físico en lugar del ojo divino. ↩︎
  6.  Buddhist translation society (n. d.) The seeing nature. In the Shurangama Sutra. Rerieved from http://www.cttbusa.org/shurangama/shurangama7.asp ↩︎
  7. El Shurangama Sutra, por Buddhist Text   
    Translation Society of the Dharma Realm Buddhist  
    Association, 2009, p. 59 ↩︎
  8. Meng Po (en chino: 孟婆; pinzin, Mèng Pó; literalmente: “Señora Meng”) es una deidad de la mitología china. Ella estaba en el más allá, en el puente sobre el “Río del Olvido”, que los seres tienen que cruzar en su camino a la próxima reencarnación. En la entrada del puente ella sirve su sopa vegetal especial, la cual causa que los seres olviden sus vidas anteriores y cualquier sufrimiento que hayan padecido en el infierno. Se dice que solamente Buda fue capaz de superar el efecto de la sopa y recordar todas sus vidas pasadas. ↩︎
  9. The Shurangama Sutra : A New Translation (Ukiah, CA: The Buddhist Text Translation Society, 2009), 146. ↩︎
  10. The Shurangama Sutra : A New Translation (Ukiah, CA: The Buddhist Text Translation Society, 2009), 146. ↩︎

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