El Lugar de las Mujeres en el Budismo

por el Maestro Chan Sheng Yen

Este artículo está extraído de un próximo libro del Maestro Sheng Yen titulado Common Questions in the Practice of Buddhism (Preguntas Habituales en la Práctica del Budismo), que fue publicado originalmente en Chino como “學佛群疑” (Xue fu qun yi) en 1988. Fue considerado por él mismo como el compañero de otro volumen de su libro Orthodox Chinese Buddhism (Budismo Ortodoxo Chino), que fue publicado en 1965. La revista Chan Magazine agradece al Venerable Guo Chan y a la Sheng Yen Education Foundation, por conceder el permiso para incluir este artículo. El artículo fue traducido por el Dr. Hueping Chin con la revisión bilingüe del Dr. Jerry Wang y el Dr. Wei Tan y la edición inglesa de Ernest Heau. La investigación citada en este artículo es algo antigua, pero el mensaje del Maestro Sheng Yen es todavía muy importante hoy en día.

Pregunta ¿Cuál es el punto de vista del lugar de las mujeres en el Budismo?

Respuesta El asunto más a menudo discutido en relación con el lugar de las mujeres en el budismo son las ocho reglas diferenciales (en chino jingfa; en sánscrito gurudharma). De acuerdo a las ocho reglas diferenciales, las monjas no pueden ser independientes y deben apoyarse en la asistencia de los monjes. Las monjas no pueden residir en el mismo lugar que los monjes, ni pueden residir demasiado lejos de estos. Dos veces al mes, las monjas deben invitar a los monjes más experimentados a ofrecer sermones, ser advertidas y amonestadas. No se les permite ser ordenadas directamente por otras monjas y deben obtener la aprobación y certificación de los monjes. Tradicionalmente, incluso una monja que lleve ordenada cien años, debe aún respetar y reverenciar a un monje recientemente ordenado. 

Así pues, las monjas de hoy en día no tienen el mismo estatus que los monjes, especialmente en lugares donde el Budismo Theravada es predominante, como Sri Lanka, Myanmar y Tailandia. A las mujeres no se les permite tomar la ordenación completa como monjas en estas regiones y pueden practicar sólamente como anagarika [una persona laica que vive una vida monástica]. No obstante, desde que más mujeres occidentales se han unido a la sangha Budista, estas han hablado abiertamente sobre la igualdad de género. Estas sienten que las monjas no tienen un estatus mientras están en oriente y cuando vuelven a occidente su vida como monjas budistas es aún más difícil. Esta es una situación muy particular. Después de todo, los maestros varones son todavía la mayor fuerza al introducir el Budismo en occidente. Aunque los monjes no discriminan necesariamente a las monjas, la tradición en el Budismo ha planteado un obstáculo. El punto es cómo superar este obstáculo.

Desde 1979 [Deborah Hopkinson y Susan Murcott] en los Estados Unidos han publicado una revista trimestral [of the Diamond Sangha], Kahawai: Journal of Woman and Zen. En Sri Lanka, algunas mujeres budistas han publicado una revista mensual, Parappaduwa: Nuns’ Island. El objetivo de estas publicaciones es mejorar el estatus de las monjas en el Budismo y alcanzar una igualdad de género. En febrero de 1987, tuvo lugar una histórica conferencia mundial de bhikshunis (monjas) en Bodh Gaya, India.

En marzo de 1987, el Dr. Ku Cheng-mei, en un ensayo titulado “Buddhism and Discrimination against Women,” (Budismo y Dicriminación Contra la Mujer) en la edición número 11 de Contemporary Monthly (Dangdai zazhi), escribió que la discriminacion de género se originó en Mahisasaka, una filial de la Escuela de Sarvastivada. Enseñanzas tales como las Ocho Reglas Diferenciales de las Mujeres y los Cinco Obstáculos fueron enfatizadas por la Escuela Mahisasaka. Los llamados Cinco Obstáculos son que una mujer no puede convertirse en Buda, en el Señor Mara, en un Rey Deva, en un Rey Brahma, o en un Rey que Gira la Rueda (del dharma) no obstante, en las últimas etapas de la Escuela Mahasanghika, la Escuela Sarvastivada así como la Sunyavadin (Secta de la Vacuidad) del Budismo Mahayana temprano mantuvieron diferentes puntos de vista sobre este punto.

En el Sermón del Buda sobre el Sutra de la Joven Nagadana (Chn. Foshuo Longshinu Jing) de la Escuela Sarvastivada, hay afirmaciones que cuestionan esencialmente la reivindicación de los cinco obstáculos en relación con las mujeres. En los volúmenes 22 y 50 de los Sutras Ekottaragama, también mencionan mujeres ejemplares como la madrastra de Buda y su tía Mahaprajapati, así como Sumati, las cuales eran competentes, seguras y orgullosas de ser mujeres.

El Sutra on the Prajna Path1 (Skt. Astasahasrika Prajnaparamita Sutra; Chn. Daohang Bore Jing) asociado con las Escuelas del Shunyata (Vacío) del Mahayana toca el asunto de cómo una mujer puede convertirse en Buda. Más tarde muchos sutras como el Vimalakirtinirdesa Sutra (Chn. Weimojie Jing), Sutra on Following Provisional Expedients2 (Skt. Strivivartavyakarana Sutra; Chn. Shunquanfangbian Jing), Buddhasangiti Sutra (Chn. Zhufoyaoji Jing), Bodhisattva Asokadatta Sutra (Skt. Asokadatta­ vyakarana Sutra; Chn. Asheshiwangnv Ashudapusa Jing), Sutra on the Dharma Gate of Great Purity3 (Skt. Manjusri­vikridita Sutra; Chn. Dajingfamen Jing), Sutra Requested by Putri Ratna (Skt. Mahayanopadesa Sutra; Chn. Baonusuowen Jing), Buddha’s Sermon on Sumati Bodhisattva Sutra (Skt. Sumatidarikapariprccha Sutra; Chn. Foshuoxumotipusa Jing), and Perfect Virtue Girl Sutra (Skt. Strivivartavyakarana Sutra; Chn. Foshuowugouxiannv Jing), todos defendían el punto de vista de que no hay diferencias entre hombres y mujeres [en lo referente a su potencial para alcanzar la budeidad].

Cuando se examina el tema del género en los tiempos de buda, debemos mirar el aspecto fundamental de la igualdad en el budismo. Por ejemplo, no había distinción de género en el estatus de los arhats. En cuanto a lo que concierne a la práctica del Buddhadharma, existía una igualdad de género entre los budistas practicantes. Además, Buda proclamó que todos los seres vivos tienen el potencial de alcanzar la budeidad. 

El término “buda” se refiere a totalmente liberado, aquel con sabiduría completa que es el máximo salvador. Si los hombres pueden alcanzarlo, las mujeres también pueden. No obstante, desde el punto de vista fisiológico y psicológico, a las mujeres se creía más frágiles, suaves y dependientes que los hombres. De ahí, proteger la seguridad de las mujeres que viven una vida de práctica y animarlas a convertirse en líderes practicantes del budismo, los hombres deben poner más esfuerzo en ayudar a las mujeres. Esto no debe ser visto como dominación o discriminación. Por ejemplo, en cuanto a la primera gran monja budista, la tía de Buda Mahaprajapati, ningún monje le hubiera faltado al respeto.

Se afirma en el Vinaya que la presencia de mujeres podría generar deseos sensuales entre los monjes. Así pues, para evitar la tentación, la idea de que los cuerpos de los mujers eran sucios se enseñó a los monjes y los cuerpos de las mujeres eran utilizados como objetos de meditación y práctica contemplativa sobre lo impuro (Chn. bujingguan; Skt. asubhabhavana). Este es un método preventivo utilizado durante el cultivo que no pretende discriminar contra las mujeres.

A través de la historia han habido mujeres líderes y heroínas, pero desafortunadamente su número no ha sido tan elevado como el de los hombres. En tiempos modernos, existen movimientos que promueven la igualdad de género para salvaguardar los derechos de las mujeres; aún así, los resultados no han sido siempre significativos. En el mundo de hoy, entre el gran número de naciones, sólo han habido algunas mujeres líderes en las últimas décadas; tales como la Primera Ministra Golda Meir de Israel, la Primera Ministra Indira Gandhi de la India, la Primera Ministra Margaret Thatcher del Reino Unido, la Presidenta Corazon Aquino de las Filipinas y la Presidenta Chandrika Kumaratunga de Sri Lanka. Como una renovación global de las líderes religiosas, estaba la Madre Theresa, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979.

En el mundo de los negocios de acuerdo con la Forbes Magazine, en su edición de mayo de 1987, sólo habían tres mujeres CEO (directoras generales) entre más de 800 compañías listadas en el New York Stock Exchange. Aunque todos sabemos que el ratio de la población de hombres y mujeres es casi el mismo. Esto destaca la cuestión de que por qué hay muchas menos mujeres líderes conocidas que hombres Tradicionalmente, el papel de las mujeres ha sido la de cuidadoras de la familia, así realizando este papel heróico fuera del ojo público. También es verdad que en general, los hombres son más dominantes que las mujeres.

No necesitamos enfatizar tampoco la absoluta igualdad o desigualdad entre los dos géneros; es más importante seguir la enseñanza de Buda de que “todos los fenómenos permanecen en sus lugares respectivos”, significando que cada persona tiene su lugar, posición, papel y responsabilidades y debemos desarrollar un respeto y asistencia mutuos. Por ejemplo, en una reunión dónde las cuatro asambleas de monjes, monjas, hombres y mujeres laicos seguidores se reúnen, deben sentarse dependiendo en la naturaleza y propósito de la reunión. Las mujeres que son representativas y tienen posiciones significativas deben sentarse en igualdad con los hombres. En reuniones generales o ceremonias rituales los hombres y mujeres participantes deben sentarse en lugares separados.

He publicado varios artículos tratando el asunto del género. Las personas interesadas pueden dirigirse a los siguientes artículos para más información: “Bhikshunis and the Eight Deferential Rules,” “Regarding How to Address Bhikshunis,” y “A Buddhist View on Men and Women,” recopilado en mi libro Living in Accordance to the Vinaya, así como un artículo: “On Women Practitioners in Future Buddhism,” en mi libro Knowing the Path of Learning Buddhism.


 Título original: “The Place of Women in Buddhism“, publicado en la revista Chan Magazine en primavera de 2017: https://chancenter.org/cmc/wp-content/uploads/2017/08/Spring-2017.pdf


  1. En español: Sutra sobre el Camino del Pragna ↩︎
  2. En español: Sutra del Seguimiento Provisional de los Medios ↩︎
  3. En español: Surta sobre la Entrada al Dharma de la Gran Pureza ↩︎

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