por el Maestro Chan Sheng Yen
El libro del Maestro Chan Sheng Yen Preguntas Habituales en la Práctica del Budismo está descrito en el formato de Preguntas y Respuestas (Q&A) y consiste en 75 preguntas sobre la práctica Budista, efectuadas por practicantes. El libro fue publicado originalmente en chino como “學佛群疑” (Xue fu qun yi) en 1988. Fue traducido al inglés y publicado por la Fundación de Educación Sheng Yen en 2017. Fue traducido por el Dr. Hueping Chin, con revisiones bilingües por el Dr. Jerry Wang y el Dr. Wei Tan y la edición inglesa por Ernest Heau. Este artículo se tomó del capítulo 50 de este libro.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre rehuir el mundo y renunciar a él?
Respuesta: Habitualmente los principiantes en Budismo deben tener una sensación de cansancio y renuncia para apreciar la importancia y la necesidad de practicar el Buddhadharma. Están cansados de las vejaciones y el dolor procedente de contradicciones y fricciones en el interior de su propia mente y cuerpo, así como de sus relaciones con la gente y el entorno. No obstante, si pueden transformar su mente deberían no estar cansados de los sentimientos asociados con esos fenómenos y cuando no hay nada de lo que estar cansado, no deberían tener nada a lo que renunciar. Así pues, tener una sensación de cansancio y renuncia es su primer paso en el estudio y práctica en el Budismo. Esto es reconocer el sufrimiento y el cansancio para renunciar y trascenderlos.
Por lo general, la gente piensa que estar cansado de las relaciones y querer renunciar a ellas y al mundo significa negar el valor y el significado de los seres humanos. En realidad es precisamente lo opuesto, ya que cuando uno está cansado del mundo deseará elevar el significado y el valor del ser humano. Es como un comerciante que abandonar el hogar para ganar dinero y mantener su familia, o un niño que abandona el hogar para continuar una educación, obtener conocimiento y habilidades para embarcarse en una carrera, tener una familia y beneficiarse a sí mismo y a los demás. Así pues, el cansancio y la renuncia asociado al Budismo es el primer paso hacia un camino de estudio del Budismo, pero no es el último objetivo.
Desear rehuir del mundo es preferente de renunciar a él. Una persona que rehuye el mundo no desea llevar a cabo sus obligaciones y hacer frente a la realidad de la vida; preferiría huir de sus deudas y estar lejos de su entorno habitual. Las personas como estas son como prisioneros en fuga, ya que sus mentes están llenas de temor, disconfort e inseguridad; siempre estarán cargados con el estrés de no tener un lugar en este mundo. Esto es completamente diferente a renunciar al mundo de vejaciones estudiando y practicando el correcto Buddhadharma. Si uno se cansa por las propias vejaciones y renuncia a ellas, puede entonces apartarse gradualmente de esas vejaciones. Cuando más se aparta de las vejaciones, más se siente liberado y cómodo; cuanto más agusto está, más se aligeran las vejaciones. Finalmente uno alcanzará la liberación completa y cuando se ha alcanzado la liberación, no habrá ninguna posibilidad de cansancio o renuncia.
Uno no resuelve sus problema rehuyendo de ellas. Rehuir indica que uno es consciente de sus sufrimientos, pero teme enfrentarse a ellos; en vez de eso escoge huir de ellos. Por otra parte, tener una sensación de cansancio y renuncia significa que uno conoce los propios sufrimientos y busca aliviarlos, practicando así el Buddhadharma para liberarse de ellos. En lugar de rehuir los problemas, uno intenta trabajar a través de ellos. Rehuir los problemas no solamente ignora la ley de causa y efecto, sino que tampoco es perdonada en el Buddhadharma. Tener una sensación de cansancio y renuncia no implica necesariamente abandonar este mundo; más bien, lo importante de ello es dirigirse al cultivo de una comprensión profunda del mundo fenomenal a través de los principios guía del Buddhadharma y sus métodos de práctica.
Los Versos Raíz sobre el Camino Medio de Nagarjuna (Sanscrito: Mulamadhyamakakarika) dicen: “Todo lo que es producido por causas y condiciones, digo que es vacía.” Al principio, uno tiene una sensación de cansancio y renuncia; al final, uno se da cuenta que todos los fenómenos son vacíos e ilusorios. Como tales, uno no tendrá más vejaciones o apegos y por lo tanto ya no tendrá necesidad de estar cansado y renunciar a nada. No obstante, tener símplemente una comprensión intelectual de esto no nos permitirá necesariamente trascender el sufrimiento. Así pues, uno puede temporalmente abandonar el entorno secular y focalizarse en practicar y observar las Tres Enseñanzas de los preceptos, samadhi y sabiduría. De esta forma será más fácil alcanzar la meta de trascender el sufrimiento.
Así pues, las personas con una capacidad superior kármica puede alcanzar la iluminación instantánea una vez que entran en contacto con el Dharma; después como monástico o practicante laico, puede continuar ayudando a otros en este mundo secular. La gente con una capacidad kármica media encontrará más efectivo abandonar el mundo secular y convertirse en monje. No obstante, ser un monje es una cosa muy desafiante, no alcanzable más que para lo más valientes. En primer lugar, la mayoría de la gente no tiene una sensación de cansancio y renuncia; en segundo lugar, aunque algunas personas tienen la sensación de cansancio y renuncia, no son capaces en realidad de alcanzar la renuncia.
Título original: “Shunning or Renouncing the World”, publicado en la revista Chan Magazine en primavera de 2018: https://chancenter.org/cmc/wp-content/uploads/2018/09/ChanM-Spring-2018-web.pdf