La Medicina China considera al ser humano como un microcosmos que se encuentra en estrecha relación con su entorno terrestre y cósmico: el macrocosmos. Dentro de esta matriz todas las cosas están conectadas y son mutuamente dependientes, manifestándose en continuo movimiento, a través de patrones cíclicos. Cuando sus elementos guardan una relación armónica la vida florece. Preventiva por antonomasia, la Medicina China busca el equilibrio de las fuerzas que mantienen nuestro cuerpo vivo y sano, reivindicando implícita y explícitamente el derecho a la salud y no solamente de la curación.