La Práctica Chan de la Impermanencia

Por el Venerable Guo Xing

Este artículo del Ven. Guo Xing, un heredero en el Dharma del Maestro Sheng Yen, será publicado como introducción al próximo libro del Maestro Sheng Yen The Mind Dharma of Huineng. El Ven. Guo Xing es el abad del Dharma Drum Retreat Center in Pine Bush, de New York, así como del Centro de Meditación Chan en Queens, New York. Este artículo fue traducido del Chino por Echo Bonner y Harry Miller y editado por Ernest Heau.

El Sutra del Diamante contiene la frase “(Uno) no debe establecerse en ningún lugar y aparecerá esta mente.” Antes de convertirse en el Sexto Patriarca, el joven Huineng se iluminó al escuchar esta sencilla frase. En el Chan, a menudo se usa una frase breve: “Impermanencia y no-aparición.” Esta frase aparece en las entradas del Monasterio Nung Chan y la Sala Chan del Monasterio Dharma Drum en Taiwán, así como la Sala Chan del Centro de Retiro Dharma Drum en los Estados Unidos. El Maestro Sheng Yen a menudo usó esta frase en los largos retiros, explicando los conceptos que hay detrás de ella y pidió a los asistentes a los retiros que practicaran de acuerdo con ella. 

La Escuela Chan concede gran importancia en “impermanencia, aparición de la mente”, porque la naturaleza intrínseca de la mente es exáctamente impermanencia. Si deseamos iluminarnos nuestros actos deberían estar en acuerdo con “impermanencia y aparición de la mente”. No solamente deberíamos tener un claro sentido de esta idea, sino que cada acción, palabra y pensamiento deben alinearse con ella. Esta idea de que todos actos del cuerpo, la palabra y la mente deben estar de acuerdo con el concepto de la impermanencia en lo dicho por Huineng: “Como la boca habla, la mente actúa.”

Hay muchos pasajes en el Sutra del Estrado del Sexto Patriarca se refieren a cómo debemos practicar la impermanencia. Por ejemplo, el capítulo “Samadhi y Sabiduría Son Uno” dice que aquellos que practican la impermanencia verán la vacuidad inherente en la virtud y en el mal, belleza y fealdad, enemigo y amigo, en el lenguaje denigrante y argumentativo. Tal persona no se embarca o piensa en recompensa o daño. Pensamiento tras pensamiento él o ella no se embarcan o piensan sobre condiciones previas. Si el pensamiento previo, el pensamiento presente y el pensamiento futuro continúan sin parar, esto se llama “esclavitud.”

Si, en referencia a todos los dharmas, pensamiento tras pensamiento continúa con la impermanencia a esto se llama “liberación”.

Obviamente, en un nivel intelectual, de partida uno sabe que todas las ideas mundanas de virtud, maldad, belleza y fealdad son vacías, impermanentes y sin un yo. Nuestros enemigos así como aquellos que nos son cercanos son vacíos, impermanentes y sin yo. Los decepciones y dificultades que otros nos presentan con palabras y argumentos son también vacíos, impermanentes y sin un yo. No debemos estar prestos a vengarnos o disputar y ofrecer explicaciones. Al aplicar este principio, cuando estamos presentes en cada momento, pensamiento tras pensamiento, no reaccionamos ni hacemos distinciones, ni nos aferramos o rechazamos. No obstante, cuando cada pensamiento sucesivo es atrapado con el pensamiento previo y el estado presente (cualquiera que sea nuestra atención) es encontrado, entonces distinciones como otro, yo, correcto, incorrecto, bueno y malo aparecen. Este proceso de pensamiento estimula el pensamiento siguiente (que ahora es el pensamiento presente). Entonces el próximo pensamiento seguirá a este pensamiento presente y otra vez hacemos distinciones entre otro, yo, correcto incorrecto, bueno y malo. Este proceso de pensamiento continúa sin fin. Otra vez, esto es esclavitud. Si la mente no diferencia, se aferra o rechaza ningún fenómeno pasado, presente o futuro, entonces a esto se llama “sin esclavitud”. 


Título original: “The Practice of Non-Abiding”, publicado en la revista Chan Magazine en invierno de 2011: https://chancenter.org/cmc/wp-content/uploads/2011/01/2011_winter.pdf