Carta del Maestro Dahui a Li Xianqian

Comentado por el Maestro Chan Shen Yen

El Maestro Dahui Zhonghao (1089-1163) fue uno de los más luminosos y prolíficos maestros Chan de la dinastía Song del sur. A los 16 años ya era monje, y rápidamente captó la atención de algunos de los eminentes maestros de su tiempo. Según algunas versiones, en mitad de su carrera y ofendido por la manera como se practicaban los gong’ans (en japonés Koans), según su opinión deteriorados en juegos intelectuales de palabras, quemó el juego de bloques de imprenta de su propio maestro Yuanwu de la compilación de gong’ans de los maestros antiguos. La mayor parte de los gong’ans perdidos fueron más tarde recuperados en el “Blue Cliff Record”.

Una vez, se dirigió a sus monje con estas (para nosotros) crípticas aunque vívidas palabras: “El bastón de Deshan y el grito de Linji. Hoy se los presento. El firmamento está tan alto. La tierra es tan vasta. Así que no añadáis simplemente más porquería encima de una pila de porquería. Liberados de vuestros huesos y limpiad vuestras agallas.Voy a dar tres pasos hacia atrás y os voy a dejar discutir eso. Decidme cómo vais a discutirlo.” (Extraído del  Andy Ferguson’s Zen’s Chinese Heritage – Wisdom Books).

Uno de los más notables aspectos de la carrera de Dahui es que muchos de sus discípulos eran laicos. Dos de las mujeres laicas a quienes él les transmitió (certificado de iluminación) les dió el nombre del Darma MiaoTao y Miaozong. (Unos de los varios nombres de Dahui fue Miaoxi.) Las dos mujeres después llegaron a ser monjas y abadesas. Muchos de sus discípulos laicos masculinos tenían cargos gubernamentales oficiales. Esto resultó en el hecho de que Dahui no fuera inmune a la política de la turbulenta dinastía Song, y cuando uno de sus patrones fué destituido, Dahui tuvo que exiliarse, llevando consigo cien monjes a Hunan, y después a una región infestada de malaria en  Kwangtung, donde la mitad de la sanga pereció.

Quince años después un heredero de la casa real que le oyó dar conferencias restauró a Dahui su anterior estatus. De acuerdo con los archivos de los antiguos maestros Chan, a lo largo de su carrera Dahui guió a muchos discípulos monjes y laicos a la iluminación. Antes de la muerte de Dahui el emperador Xiaozong le otorgó el nombre por el que le conocemos, Dahui (Gran Sabiduría).

Un día, cuando tenía 75 años, Dahui anunció a sus monjes que se iba a ir para un viaje al día siguiente. Al día siguiente escribió estos versos: 

El nacimiento es así

La muerte es así

Verso o no verso

¿A qué vienen estos aspavientos?

Dejando el pincel al lado, se tumbó y murió. 

El siguiente artículo es un comentario a cargo del Maestro Sheng Yen sobre una carta de Dahui a uno de sus probables discípulos laicos. Este artículo será parte de un libro basado en las charlas ofrecidas en el Chan Meditation Center en Queens, Nueva York, sobre las cartas de Dahui. La traducción oral de estas charlas fue a cargo de Jimmy Yu (Guogu), el anotador desconocido y editado por Ernest Heau.

A Li Hsien-ch’ien

Limpiar la mente


Buda dijo, si quieres conocer el reino de la budeidad, debes dejar tu mente tan limpia como el espacio vacío y abandonar las falsas ideas y todo apego detrás, haciendo que tu mente esté libre de obstrucción donde quiera que esté. El reino de la Budeidad no es algún mundo externo donde hay un “Buda” formal – es el reino de la sabiduría de un sabio auto-liberado.

Una vez que has tomado la determinación de que quieres conocer este reino, no necesitas adornos cultivos o realización para alcanzarlo. Debes limpiar las manchas de las aflicciones de las sensaciones extrañas que han estado en tu mente desde tiempos sin principio, (de modo que tu mente) sea tan amplia y abierta como el espacio vacío. Liberada de todos los apegos del intelecto discriminativo, y tus vanos pensamientos, falsos y reales también son como espacio vacío. Entonces esta maravillosa mente sin esfuerzo estará sin impedimentos donde quiera que vaya.

— Del Swampland Flowers (Grove Press), J. C. Clearly (trans.) —

En esta carta del Maestro Dahui a uno de sus discípulos Li Xianqian, Dahui dice que la budeidad puede solamente ser conocida por una mente tan clara como el espacio vacío. Para hacer esto uno debe renunciar a todo falso pensamiento y apego, permitiendo a la mente estar sin impedimentos donde quiera que esté. Éste claro estado es el “reino de la sabiduría del sabio auto-liberado”. Estas ideas se encuentran en el Lankavatara Sutra el cual enseña que todos los seres vivientes son budas innatos.

En el contexto de las palabras de Dahui, hay dos significados de “mente”. Está la mente ordinaria que está caracterizada por el falso pensamiento y el apego. El falso pensamiento consiste en pensamientos que aparecen por el hecho de tener el sentido de yo. Incluye no solo pensamientos insanos y negativos sino también, distinciones como placer y dolor, bueno y malo, correcto o erróneo.También se le puede llamar pensamiento ilusorio, o engaño. Apego es cualquier aferramiento o deseo; igual que la ilusión, está profundamente arraigado en la mente ordinaria.

El segundo significado de (la palabra) mente lo encontramos en la frase “Causando que tu mente esté sin obstáculos, donde quiera que se encuentre”. Esta mente es la original, la mente pura de bodhi, incontaminada por la ilusión y el apego. En palabras de Dahui, este es “el reino de la sabiduría del sabio auto-liberado”. 

Así que estas dos apariciones de la palabra “mente” al principio de la carta de Dahui tiene diferentes significados. En el texto chino, estas palabras, traducidas como mente, están representadas por ideogramas diferentes. La primera se refiere a la sexta conciencia de la escuela Yogachara, o escuela Solo-Mente. 

Esta escuela Mahayana analizó cualquier experiencia en las llamadas ocho conciencias (órganos) del ojo, oído, nariz, lengua, cuerpo, mente, ego (yo) y el almacén conciencia (alaya). Esta escuela enseña que cualquier experiencia es “solo mente”- que los objetos no tienen realidad excepto como procesos de la mente. En la enseñanza Yogachara la interacción de las ocho conciencias resulta en los estados mentales a los que Dahui se refiere como “falso pensamiento y apego”.

El segundo carácter chino se refiere a la mente realizada de bodhi, “sin impedimento allí dónde se halle”. El camino de la práctica es transformar la mente ordinaria en la mente-bodhi; pasar de la conciencia ordinaria al reino de la sabiduría, incontaminada por el pensamiento discriminativo. Esta mente realizada es la mente bodhi, o sabiduría.

Así, la primera frase de Dahui nos ofrece un método completo para (alcanzar) la budeidad – cultivar una mente como el espacio vacío, una mente que no discrimina ni busca nada, sin obstáculos en cada instante.

El reino de la budeidad no es un mundo externo donde hay un buda formal, es el reino de la sabiduría del sabio auto-liberado.

La budeidad no está aparte de nuestra mente ordinaria, no se puede encontrar fuera de esta. No hay un buda externo con una forma o apariencia específicas. La budeidad no puede ser experimentada de esta manera. Si abandonamos todo apego y egocentrismo, nuestra naturaleza búdica se manifiesta naturalmente, brotando de la base natural de nuestro ser. Si buscamos constantemente la budeidad de una cierta forma, diferente de nuestra mente egocéntrica y que se apega, estamos condenados a fracasar. Un buda fuera de nuestra mente intrínseca no existe, ya que la budeidad es nuestra mente intrínseca.

¿Cuando Shakiamuny alcanzó bodhi, se convirtió su cuerpo en el cuerpo de un buda?  Tenía un cuerpo antes de alcanzar la budeidad, y tenía el mismo cuerpo después de la budeidad. Antes de la budeidad este cuerpo no era un buda; de la misma manera, después, este cuerpo tampoco era un buda. ¿Así pues qué significa alcanzar la budeidad? Si uno piensa “soy un buda”, esto es mente discriminativa, no bodhi. Así pues, no puede haber un buda en el interior. Si buda existe en el exterior, ¿cómo uno puede alcanzarlo?.

Si buda no está ni dentro ni fuera debe ser vacío y sin límites. Así que cuando Dahui dice que la budeidad es clara como el espacio vacío, esto no es mera analogía.

Veamos la frase “sabiduría como un sabio auto-liberado”, que se encuentra solamente en el Lankavatara Sutra. Cuando abandonamos todos los apegos, el autodespertar ocurre. Finalmente realizamos que todas nuestras actividades mentales son, y siempre han sido, ilusorias. Esto es realmente a lo que uno despierta. Cuando esto ocurre la sabiduría de un buda se manifiesta también. Hay dos fases: Primero obtienes el despertar, y después se manifiesta la sabiduría.

La gente puede comprender intelectualmente lo que Dahui está diciendo en esta carta. ¿Pero es útil para la práctica? Hay un dicho que dice que si tu mente es arrastrada por el entorno estás engañado, pero si puedes controlar el entorno, estás realizando algo. Esto tiene que ser comprendido correctamente. Si sabes que tu mente está afligida pro ilusiones serás menos vulnerable al entorno, y esto es bueno. Pero si la gente quiere convertir agresivamente a los demás para que piense como ellos, esto puede conducir a más problemas. Depende de ti hacer algo para limpiar tu propia mente. 

Veamos el segundo párrafo:

Una vez que has decidido que quieres conocer este reino, no necesitas adornos, cultivo o realización para alcanzarlo. La gente puede pensar que para alcanzar la budeidad se precisa cultivar sabiduría y virtud, como si adornandose a sí mismo con méritos garantizara la budeidad. El Maestro Dahui dice que creer esto es falso pensamiento y apego. Si la budeidad es una cuestión de estar adornado por sabiduría y cantidades de virtudes, entonces un buda estaría apegado a tales cosas. Estas discriminaciones no aparecen en la mente de un buda. Así que debemos abandonar toda discriminación, apego y egocentrismo; abandonarlo todo, incluso el apego a la virtud, para alcanzar este auto-despertar llamado sabiduría. ¿Quién entre vosotros puede hacer esto en este instante?

Para poder abandonar la ilusión, necesitamos practicar los seis paramitas (perfecciones): generosidad, moralidad, paciencia, diligencia, meditación y sabiduría. Practicando los paramitas podemos acumular virtud, pero el objetivo de la práctica no es obtener virtud, o llegar a ser un buda, sino abandonar el egocentrismo.

Este consejo no es parte del texto de Dahui, aunque puede estar implícito. Quiero corregir cualquier impresión de que, como somo originalmente budas, ya estamos iluminados; por lo tanto no hay necesidad de práctica. Esta idea es sencillamente autoengaño. Alguien puede creer que se va a iluminar en el año del pato, pero no existe el año del pato. Así pues practicar Chan puede ser peligroso; si no se usa correctamente, puede matar nuestra vida de sabiduría.

Debéis limpiar las manchas de la aflicción, de las sensaciones extrañas que han estado en vuestra mente desde tiempos sin principio.

Aquí “mente” se refiere otra vez a la mente discriminativa de las seis conciencias. Digamos que alguien está enfermo de cáncer, lo cual es extraño para el cuerpo. Para restablecer la salud del paciente, el doctor puede eliminar el cáncer. En la mente ordinaria, nuestro engaño es el cáncer. Por analogía, para recuperar nuestra mente original, debemos limpiar de todas las “sensaciones extrañas” que hemos acumulado.

El término chino para este tipo de engaño significa “material gaseoso”, refiriéndose a la naturaleza transitoria de las ilusiones. “Material” se refiere a su efecto oscurecedor en la mente. Así que nuestras ilusiones son material gaseoso que cubre nuestra mente-bodhi original. Necesitamos limpiar todo este material gaseoso, que ha estado con nosotros desde tiempos sin principio, hasta que no quede ni una simple mota. Entonces nuestra mente será como espacio vacío – abierto y completamente sin obstrucción. Con una sola mota de duda que quede, habrá egocentrismo. Cuando la mente está completamente libre de ilusión la mente discriminativa no existe. Entonces experimentaréis la liberación. No os obsesionéis demasiado con respecto a esto. Preocuparse constantemente sobre ello puede incluso acelerar la enfermedad. Alguien que no está obsesionado, no teme y no está apegado a su propia vida, puede experimentar progreso o recuperación. Existen numerosos ejemplos de tales curas, y no solo de budistas. Por ejemplo, una persona que está enferma se puede concentrar en la repetición de “Guanyin Pusa”, el nombre chino de Avalokiteshvara, el bodhisattva de la compasión. Llendando su mente con este mantra, puede alcanzar una forma de claridad y libertad de sus problemas.

A través de esta forma de meditación, también es posible desarrollar “correspondencia” o “afinidad” con un buda o bodhisattva. Una persona que repita el nombre de Avalokitesvara en profunda concentración puede liberarse de una obsesión junto con su enfermedad. De hecho, él o ella puede estar muy relajado/a con esta parte del cuerpo que previamente estaba muy agitada o muy intensa. Con la relajación pueden producirse cambios y transformaciones.

De la misma forma, cuando una persona tiene problemas psicológicos de los que no puede deshacerse, preocupándose constantemente, construye capas sobre capas de vejaciones. Su visión se vuelve cada vez más estrecha. Esta situación puede conducir a pensamientos de muerte o suicidio. De forma análoga para llevar nuestra mente a un estado más saludable, es mejor encarar la práctica de una forma más relajada y no obsesiva. La idea detrás de todo, es desarrollar “una mente sin esfuerzo”.

La carta de Dahui acaba con este pensamiento:

Entonces esta maravillosa mente sin esfuerzo estará sin impedimento donde quiera que vaya.

Así cuando limpiamos todas las “manchas de afición”, finalmente comprendemos que todas son irreales. La mente se vuelve como es espacio vacío, maravillosa, sin esfuerzo, sin impedimento donde quiera que esté. Este es realmente un nivel muy elevado; corresponde al octavo de los diez niveles, o bhumis en el camino del bodhisattva hacia la budeidad. Este estado también corresponde a la frase del Sutra del Diamante “sin establecerte deja aparecer la mente-bodhi”. Sin apego a nada, la mente todavía funciona a través de su sabiduría, sin esfuerzo, se mueve sin impedimento. Esta limpieza de la mente es la finalidad de la práctica. Debemos creer que podemos alcanzar realmente este estado de una mente maravillosa y sin esfuerzo. Esta mente entonces lo abarca todo sin sentido de ego, respondiendo a cualquier situación sin ningún pego.

Aunque la carta del Maestro Dahui es breve ofrece algunas indicaciones muy útiles. Siempre, en cualquier situación, aparta el pensamiento engañoso. Todavía necesitamos practicar y todavía necesitamos nuestra sabiduría para tratar con los sucesos. Si tenemos vejaciones, práctica el don haciendo ofrendas y práctica los preceptos. Haz de la práctica una costumbre. Igual que un paciente que quiere eliminar un cáncer nosotros queremos eliminar el material gaseoso de nuestra mente.

Una vez más, el material gaseoso es el contenido de nuestras ilusiones (autoengaños) habituales. ¿Qué son estas ilusiones? Son vejaciones generadas por nuestros apegos, es decir cualquier cosa a la cual nos apeguemos. Ideas equivocadas, emociones, amor, ambición, ira, temor, y las diferentes cosas que nos beneficien, nos amenazan o nos conciernen. Practicar Chan significa empezar a limpiar el material gaseoso que oscurece nuestra mente original de bodhi.


Artículo original: “Letter from Master Dahui to Li Xianqian”, publicado en la revista Chan Magazine en otoño de 2007: https://www.chancenter.org/cmc/wp-content/uploads/2010/09/2007_autumn.pdf